Pequeño y algo juguetón
El Adam apareció en 2013 para pelear en el segmento de vehículos urbanos, colocándose incluso por debajo del Corsa en términos de tamaño dentro de la gama de Opel. Su objetivo desde un principio ha sido el de equipararse con otros rivales como el Mini One, tanto en cuestiones de tamaño como de opciones de personalización, un aspecto que en el terreno de vehículos compactos está teniendo cada vez mayor importancia.
Pese a que ambos son similares en términos de tamaño, el Adam tiene muy poco que ver a nivel mecánico con el Agila, incorporando nueva mecánica con el paso de los años. También se ha sumado a la tendencia del downsizing para dar motores turbo de pequeña cilindrada pero con brío, sobre todo a partir de la salida de la versión crossover Adam Rocks. Como detalle en cuestiones de motorización, el Adam sólo tiene motores gasolina, ninguna opción diesel.
A nivel externo se presenta como un coche divertido, que se aleja del aspecto abombado del Agila para presentar una carrocería similar a la del Audi A1 o la del Mini One, pero con el lenguaje estético de la marca de General Motors. Las opciones de personalización del Adam (que toma su nombre del fundador de Opel) ya se pueden apreciar desde fuera puesto que la carrocería puede ser de un solo color o que el techo tenga una pintura diferente, dando lugar a varias combinaciones distintas.
Partiendo de la mecánica del Corsa, el Adam es un utilitario que ni está tan centrado en el confort como el Fiat 500 ni se especializa en el manejo al volante como hace Mini con el Cooper. Aunque tiende más a una marcha cómoda, Opel ha sido capaz de desarrollar un Adam R2 cuyo manejo ha sido alabado por varios pilotos, ganando el campeonato R2 en el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto los últimos tres años y el Europeo de Rallyes Junior tanto en 2015 como en 2016.