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El turbo gana por goleada
El Adam ha sido desde su lanzamiento un coche cómodo de manejar, pues pese a sus éxitos logrados a nivel nacional e internacional en rallyes es un coche para ir por la calle y disfrutar más del propio vehículo que de la carretera. No es por tanto, un vehículo que trate de transmitir unas sensaciones espectaculares al volante como ocurre con el Mini. Esto se nota, sin ir más lejos, en una dirección bastante ligera, poco que ver con el ejemplo del Grupo BMW.
Algunos acabados, como el Slam, añade una suspensión deportiva pero sin llegar al punto del Adam S, quedándose en un punto en el que es rígido pero no termina de acercarse a la idea de compacto deportivo. En el acabado Jam (el básico) se muestra otra faceta del Adam, con una suspensión más blanda y unas llantas de 16 pulgadas, aunque a lo largo del catálogo puede llegar a incorporar hasta llantas de 19.
Ahora bien, en lo que a motores se refiere la elección es clara: la mejor recomendación es el 1.0 turboalimentado de tres cilindros de 115 caballos, pero por desgracia no se vende en España por lo que la alternativa es el 1.4 de 150 caballos del Adam S. El resto de opciones atmosféricas – pese a tener cuatro cilindros – con las que salió el coche al mercado muestran un rendimiento bastante inferior, sobre todo el 1.2 de 70 caballos que sufre de falta de aceleración y fuerza en todo momento.
En el repertorio del Adam lo único que hay son motores gasolina (y una variante de gasolina con gas licuado o GLP), dejando los propulsores diesel para vehículos de mayor tamaño como el Corsa, el Astra o el Insignia. Las opciones disponibles son los atmosféricos 1.2 – motor del modelo de base – y 1.4, ambos de cuatro cilindros, seguido del 1.0 tricilíndrico que se unió al plantel un tiempo después.
Comenzando por los motores atmosféricos, el Adam se oferta tanto con cilindrada de 1.2 como de 1.4. El 1.2 16v cuenta con 70 caballos, un motor básico que ofrece poco empuje debido a relación potencia/peso del conjunto. El 1.4 empieza con su variante de 87 caballos, el cual está disponible tanto con caja de cambios manual como con el cambio automático Easytronic – también tiene versión de GLP, aunque depende del nivel de acabado.
La gama continúa con la versión de 100 caballos del 1.4, que además incorpora el sistema Start & Stop. El 1.4 más potente es el de 150 caballos del Adam S, inspirado a su vez en el Adam R2 de rallyes – por desgracia, el motor 1.0 turbo no está disponible para el mercado español, aunque se vende en otras partes de Europa.