El interior del nuevo Audi A1 Sportback ha cambiado notablemente, con respecto a la generación anterior. Muestra un aspecto mucho más tecnológico, gracias a las dos pantallas digitales que puede equipar, eso sí, de forma opcional. El cuadro de instrumentos puede equipar el Virtual Cockpit, con el que se visualiza toda la información relativa a la conducción y proyecta también las diferentes ayudas a la conducción y el navegador.
La segunda pantalla proyecta el contenido del sistema MMI Touch, cuyo funcionamiento y manejo es excelente, el mejor en la categoría de los coches pequeños. La pantalla es táctil y dispone también de gestión por voz. Además, incluye un sistema de tipo "touchpad", con el que se puede escribir directamente en la pantalla. Por supuesto, no falta la compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay.
El diseño del habitáculo es muy Audi. Una línea horizontal recorre el salpicadero de un extremo a otro con las rejillas de la ventilación, como en el Audi A4. En la zona inferior, se ubican los controles del climatizador, perfectamente al alcance del conductor, y separados de la pantalla. La consola central está muy bien orientada hacia el conductor, lo que facilita su control. En el túnel central, encontramos la palanca del cambio y el botón de arranque.
En cuanto al nivel de calidad, la sensación es buena y se percibe que estamos en un vehículo de nivel superior. El nivel de ensamblaje de todas las piezas es exquisito, como se espera en un Audi. Sin embargo, predominan los plásticos duros, tanto en las puertas como en el salpicadero. La sensación general no es mala, pero se espera algo más en un Audi.
El nuevo Audi A1 Sportback ha crecido en 6 centímetros y eso le ha permitido ganar algo de espacio a bordo. De manera que, ahora, es más habitable que antes, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. No obstante, no varían apenas las cotas en anchura. En general, se sitúa en una posición intermedia entre sus rivales. Es bueno, pero no destaca.
Ese aumento de tamaño también se refleja en el maletero, cuya capacidad ha aumentado en unos 65 litros, hasta ofrecer unos buenos 335 litros, una cifra que no está mal para un coche de poco más de 4 metros. La forma del portón deja una boca de carga amplia y cómoda para introducir y sacar bultos. Tiene unas formas muy regulares y está bien enmoquetado.