En general, es un coche cómodo con el que se pueden hacer viajes de largo trayecto, siempre y cuando no se necesite un maletero de gran capacidad. En algunas versiones tiende más al confort y en otras a la deportividad, pero no consigue las mismas sensaciones al volante que pueden hacer otros coches con más carisma al volante como el Ford Fiesta o el Volkswagen Polo.
No se puede negar que es un coche bonito y que es capaz de competir con efectividad contra el Fiat 500 y rivales similares, habiendo ya bastantes unidades en nuestras carreteras. Lo que necesita ante todo en España es mejorar su gama de motores, lo que se ha respondido en otras partes de Europa con el 1.0 turbo.