No necesita más de lo que tiene
Estamos ante uno de los urbanos más ligeros del segmento y eso es algo que se siente inmediatamente cuando te pones al volante y llevas unos kilómetros con él. Con el motor de 82 CV el coche sale 'escopetado' hacia delante y es una de las opciones que mejor responde a la salida de los semáforos. Por otro lado, la dirección es muy directa, un imán para las continuas curvas y obstáculos que se presentan cuando conduces por la gran ciudad y te obligan a hacer muchas maniobras con el volante.
En relación al comportamiento del motor, depende de la mecánica que se escoja, ya que el de 68 CV es ideal para realizar una conducción en un 90% urbana, ya que además puede combinarse con el acabado que incluye la capota eléctrica. Es un propulsor más de paseo, mientras que el de 82 CV incluso puede permitirse hacer más de un escarceo en autopista y adelantar a alta velocidad. Ambos funcionan bien especialmente a partir de las 2.000 vueltas, ya que antes de llegar ahí son más nerviosos e imprevisibles.
Uno de los puntos que requieren más trabajo de cara a las siguientes actualizaciones del Citroën C1 es en lo relativo al aislamiento y el ruido interior. Los motores suenan bastante y las vibraciones están presentes más de lo que deberían. Es algo lógico en los coches más pequeños, y si estás acostumbrado a vehículos de estos tamaños, tampoco notarás nada especial.
La marca francesa apuesta únicamente por motores de gasolina para su nuevo C1, que al fin y al cabo son los más recomendables para aquellos que buscan un coche con vocación urbana, que no consuma mucho combustible y que responda sobre todo bien a la salida de los semáforos. Con todo esto, el fabricante galo ofrece dos motores de gasolina que engloban a todo el público objetivo de este urbano, con una alternativa más potente y otra menos pero más eficiente.
El C1 dispone de dos mecánicas que responden muy bien en la conducción urbana y tampoco desmerecen sus prestaciones en carretera. En primer lugar está el e-VTI 68, con una potencia de 68 CV y que se presenta como la alternativa más eficiente en cuanto a emisiones, aunque también es más cara que la otra mecánica. Esta segunda motorización pertenece a la familia PureTech, tan conocida dentro del grupo PSA y con una potencia de 82 CV. Ambas mecánicas se montan con una caja de cambios de cinco velocidades y sus consumos de combustible son de unos 4,3 litros cada 100 kilómetros.