Orientado a triunfar en la ciudad
Con cuatro estrellas en el test Euro Ncap, el Citroën C1 obtiene unas calificaciones que le dejan en un lugar intermedio de su segmento. No obtiene la quinta estrella por la discretas valoraciones que recibe en la categoría asistentes de seguridad, donde consigue un aprobado raspado con un 56 sobre 100. En lo que se refiere a la protección tanto para ocupantes adultos, como para infantiles, sus registros son muy positivos, alcanzando el 80% en ambos casos.
En cuanto a las ayudas a la conducción cuenta con elementos interesantes como el sistema de arranque en pendiente, el limitador de velocidad, la alerta por cambio de carril o el frenado de emergencia urbano, no presume del equipamiento que tienen otros rivales más directos como el Seat Mii o el Volkswagen Up!, que sí que obtuvieron las cinco estrellas en su test Euro Ncap.
Como buen representante del segmento A, el Citroën C1 goza de un alto nivel de equipamiento desde su acabado base y con el que ya sería posible tener un urbanita lo suficientemente competente como para cumplir su cometido ciudadano. Es cierto que si se busca un coche más completo, la opción Shine se presenta como la más recomendable, más aún si tenemos en cuenta que la diferencia de precio entre ambos acabados no es muy grande y la diferencia sí se nota.
El acabado básico no dispone de grandes florituras en cuanto a equipamiento, aunque sí podemos destacar algunos detalles como por ejemplo los elevalunas eléctricos, aire acondicionado, cierre centralizado, llantas de 15 pulgadas, faros delanteros LED, limitador de velocidad y sistema de arranque en pendiente. No está nada mal para ser la opción menos lustrosa. Quizás la principal limitación es que solamente se puede incluir el motor PureTech de 82 CV.
Esta variante de acabado sólo está disponible con el C1 que tiene capota corredera para convertirse en un cabrio bastante juguetón. Se trata de la opción más lujosa en cuanto a accesorios, ya que el City Edition trae lo mismo pero con la excepción del techo bitono y sin capota. A diferencia del Feel, con el Shine se puede sumar la pantalla de siete pulgadas con tecnología Mirror Link, que da la opción de duplicar las funciones de nuestro Smartphone en la pantalla para usar, entre otras cosas, el navegador. También nos muestra la cámara de visión trasera, fundamental para movernos en ciudad y aparcar en sus estrechas plazas. En cuanto a seguridad, también añade el freno automático de emergencia y la alerta por cambio involuntario de carril.
Se trata de una variante que Citroën ha incluido en su C1 para el 2017. De alguna forma este es el acabado más tope de gama para el C1 que no tiene capota corredera y que por tanto viene con la pantalla y el Mirror Link, además de los sistemas de seguridad mencionados en el Shine, llantas de aleación de 15 pulgadas y un techo bitono cuyo color puede modificarse en función de la tonalidad de la carrocería.