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Los tricilíndricos hacen bien su trabajo
Aunque el Cactus no ha sido creado para experiencias extremas en carretera, al venir del mismo chasis que el Peugeot 208 (con otras dimensiones, claro) se beneficia de un buen comportamiento. Al ser un tracción delantera que prescinde en todo momento de opción 4x4 y habiéndose aligerado 200 kilos con respecto al C4 del cual proviene, el resultado es un coche divertido de conducir.
La suspensión es alta y blanda, lo que da lugar a una sensación de comodidad en todo momento incluso mayor que en otros rivales como el Nissan Juke, tal como asegura el medio Kilómetro 77. Su manera de tomar las curvas es también satisfactoria y el volante eléctrico responde bien a las decisiones del conductor. Pese a la altura del coche, la posición de los pedales hace que al volante sea más cercano a un hatchback (del cual proviene) que a un crossover.
Por desgracia, la caja de cambios no termina de conseguir una precisión perfecta, algo que ocurre muy a menudo con todos los modelos del Grupo PSA. La posición del volante es otro factor que limita la posición de conducción, pero con el resto de puntos a favor en este apartado estamos ante un conjunto que merece la pena conducir, pues funciona muy bien.
Como en el resto de coches del Grupo PSA, los motores gasolina son de la familia de PureTech de tres cilindros (tanto con 82 como con 110 caballos) mientras que los diesel BlueHDi cuentan con 100 caballos para el C4 Cactus. Todos ellos cuentan con sistema Start & Stop y la caja de cambios automática ETG con cinco marchas para el gasolina de 82 caballos y seis marchas para el ETG6 – ahora bien, la selección de motores depende mucho del nivel de acabado que se escoja.
El primer PureTech que Citroën ofrece es el de 82 caballos, que con el nivel de acabado Feel recibe la tecnología Start & Stop. En los niveles superiores (Feel, Shine y la serie especial Rip Curl) aparece el de 1.2 Turbo 110 caballos, el propulsor recomendado por varios medios internacionales para desplazar los 965 kilogramos (si lleva el motor gasolina) en vacío del C4 Cactus.
Como curiosidad, el BlueHDi con cambio manual y sistema S&S es exclusivo de la versión Business, una variante pensada para uso profesional. El diesel normal está disponible en toda la gama y en la versión Rip Curl, aunque el cambio automático se reserva para los acabados Feel y Shine. En general, los gasolina parecen haber dado mejores sensaciones al volante que el diesel de cuatro cilindros, sobre todo por el buen funcionamiento de los PureTech.