Pequeña evolución antes de la gran actualización
Por dentro también se renueva con una imponente pantalla de siete pulgadas y que puede utilizarse como navegador, eso sí, después de sincronizar nuestro teléfono móvil, ya que por el momento no hay GPS como tal en el equipamiento del C1, un elemento que no tardará en aparecer ya que otros rivales como el i10 ya lo montan.
Si el diseño luce con luz propia, los motores no cambian. Citroën ha decidido mantener las dos mecánicas de gasolina -de 68 y 82 CV- para tratar de aglutinar ahí todos los potenciales clientes habidos en la categoría de los urbanos. Ambos propulsores le aportan un carácter enérgico al C1 desde el inicio y su respuesta fuera de la ciudad tampoco desmerece tanto como algunos pueden pensar. Esto, junto a una dirección igual de entusiasta, te asegura diversión al volante de un coche con el que presumir cada vez que salgas a comerte la ciudad.