El segmento A no tiene el tirón del que disponen otras categorías, pero poco a poco las propuestas que lo componen contribuyen a que su atractivo aumente, tal y como sucede con el nuevo Citroën C1. Es un coche que estéticamente está muy bien resuelto y su vocación ciudadana está presente en todas sus líneas, tanto exteriores como interiores. El C1 deja un poco de lado el aspecto funcional y modular y a cambio apuesta más por la vertiente menos racional y que tiene que ver más con un interior atractivo y unas prestaciones al volante repletas de sensaciones desde el primer golpe de acelerador.
Estos argumentos, sin embargo, pueden quedarse algo limitados frente a referentes de la talla del Hyundai i10 o el Volkswagen Up!, que además de todo ello disponen de más capacidad en el maletero o motores algo más elásticos. A favor del C1 hay que decir que un coche del segmento A no debería intentar parecerse a un utilitario o a un compacto y en esa batalla por tener una personalidad propia el representante francés juega muy bien sus cartas.