El diesel funciona bien, el gasolina incluso mejor
Por suerte, el turbo es capaz de funcionar en un amplio rango de revoluciones por minuto según cita el medio Top Gear, lo que hace que no haya que cambiar de marchas tan a menudo. En general tiende a ser un coche ágil, pero la dirección no transmite el feedback que proporcionan otros rivales de su segmento sobre todo en ciudad. Su otro problema es la caja de cambios (al menos en el caso de la de cinco marchas), que continúa siendo imprecisa como en otros modelos de Citroën.
Como todos los modelos del Grupo PSA, el C3 cuenta con los diesel de la familia BlueHDi y los gasolina C3 PureTech, propulsores de tres cilindros que buscan reducir el consumo (siguiendo la tendencia al downsizing) a la vez que disminuyen las vibraciones al tener menos piezas. Por regla general los que mejor comportamiento muestran son los de mayor potencia, aunque el C3 no cuenta con ninguna versión con un rendimiento muy alto – el más potente alcanza 110 caballos.
El diésel BlueHDi de 100 caballos ofrece unos buenos resultados al volante no solo por ser suave y poco ruidoso, sino por tener mejor rendimiento incluso que el mismo motor en el Peugeot 208 y dar mejores prestaciones que el Clio en su motorización diésel a la vez que ofrece un consumo menor. Las cifras del BlueHDi 110, según el medio Autopista, son de 4,2 litros a los cien en condiciones reales de conducción y 95 gramos por kilómetro de CO2.
El Citroen C3 PureTech es la versión con la que este coche brilla de verdad, siendo el propulsor en el que Citroën espera que se centre la mayor parte de las ventas. La fuerza que proporciona sobre todo en segunda y tercera cuando sube de vueltas ha destacado en las pruebas de conducción, tanto por su efectividad como por la suavidad con la que tiene lugar. Sin duda, el motor más óptimo para este coche es el C3 Puretech de 110 caballos tanto por su rendimiento como por su consumo, no mucho mayor que el diésel BlueHDi de similar potencia.