Mucho TSI
Aunque se trata de un vehículo deportivo por fuera y, si se escoge un modelo tope de gama o cercano, también por dentro, no es un coche que destaque por el ruido que puede llegar a hacer en carretera. En resumen, la sensación recuerda mucho a la de ponerse al volante del Golf GTI – dado que salvo la carrocería es un coche muy similar – pero con algunos cambios en el chasis y en la suspensión, lo que hace que el manejo en sí sea distinto al del Golf.
El aspecto más importante, como recalca el medio Top Gear, es el del Control de Chasis Adaptativo, que está disponible para todas las versiones del Scirocco menos el modelo de entrada. Esta herramienta cuenta con hasta tres tipos de reglajes disponibles y ajusta la respuesta del acelerador, la dirección y la amortiguación.
Gracias a esto lo que se consigue es un balanceo de la carrocería menor, que se traduce en una mejora a la hora de tomar las curvas. A nivel de conducción hay muy pocos coches de su segmento que puedan ofrecer una sensación de este estilo, más si se opta por el tope de gama, el poderoso Scirocco R.
Al ser un deportivo que responde a una idea similar a los clásicos ‘cohetes de bolsillo’ de los años ochenta y noventa, es natural ver que la mayoría de motores disponibles para el Scirocco sean gasolina: en concreto los gasolina TSI del Grupo Volkswagen. Aún así sigue habiendo versiones diesel para quien requiera o prefiera el uso de combustión a gasoil, por ejemplo para hacer muchos kilómetros por carretera.
En esencia, el Scirocco tiene dos motores disponibles dentro de la rama de los TSI: el primero de ellos es el 1.4 TSI que cuenta con 125 caballos y la caja de cambios manual de seis velocidades. El segundo es el 2.0 TSI de 180 caballos (que sustituye al motor que tenía antes con 160 caballos) y está disponible tanto con cambio manual como con el cambio automático DSG de seis marchas. Con el 2.0 TSI la sensación es muy similar a la de tener un Golf GTI.
El único motor diesel con el que cuenta el Scirocco en su repertorio es el 2.0 TDI, disponible también con cambio manual de seis velocidades o con el cambio DSG de doble embrague y seis marchas. Su funcionamiento es similar a la de otros Volkswagen diesel, aunque por el carácter del propio coche el gasolina es una mejor opción salvo en caso de tener que hacer muchos kilómetros por carretera.