Tres sistemas de propulsión
El Hyundai IONIQ ofrece tres sistemas de propulsión diferentes, uno híbrido, otro híbrido-enchufable y otro completamente eléctrico. De todos ellos, el IONIQ eléctrico recibe algunas mejoras para aumentar la potencia y la autonomía. Todas las versiones van asociadas a un cambio automático de doble embrague y siete relaciones, con levas en el volante.
El híbrido cuenta con un motor de gasolina 1.6 GDI de cuatro cilindros con 105 caballos y otro eléctrico de 43,5 caballos. Cuando ambos motores trabajan conjuntamente, la potencia es de 141 caballos y el par máximo de 265 Nm. La batería es de iones de litio de 1,56 kWh de capacidad. Declara un consumo medio de 5,2 litros y 119 gr/km de emisiones de CO2. Tiene etiqueta ECO de la DGT,
Tiene el mismo esquema mecánico que el híbrido, pero dispone de una batería más grande de 8,9 kWh y una mayor potencia en el motor eléctrico, con 60,5 caballos, que le permite una autonomía de 52 kilómetros, según el ciclo WLTP. En esta versión, el consumo mixto es de 1,1 litros y las emisiones son 26 gr/km. Esta versión cuenta con la etiqueta CERO de la DGT.
El IONIQ eléctrico cuenta con un nuevo motor que ahora genera 136 caballos, asociado a una batería de 38,3 kWh que le permite una autonomía de 311 kilómetros, bajo el ciclo WLTP. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 165 km/h. El consumo homologado es de 13,8 kWh/100 km. Como el híbrido-enchufable, también luce el distintivo CERO de la DGT.
La nueva batería admite una potencia de recarga hasta 7,2 kW. Según Hyundai, necesita 54 minutos para recargar el 80 por ciento con un sistema de carga de 100 kW y 57 minutos si se utiliza uno de 50 kW.
Como la mayoría de coches híbridos y eléctricos, el Hyundai IONIQ es un vehículo muy agradable de conducir, silencioso, con una capacidad de aceleración muy progresiva y con un confort de marcha muy elevado. Se desmarca de todo comportamiento deportivo y prioriza la comodidad a bordo. Pero todas esas cualidades se acentúan en el modelo de Hyundai, gracias a la caja de cambios de doble embrague, que hace que la experiencia de conducción sea más satisfactoria, a diferencia de sus rivales con cambio CVT de variador continuo.
El IONIQ eléctrico se nota más pesado que las versiones híbridas, pero también tiene una aceleración más rápida, gracias a la respuesta inmediata del motor eléctrico. En este caso no hay caja de cambios, sino una palanca para la marcha adelante (D), marcha atrás (R), parking (P) y punto muerto (N). Las levas del volante se utilizan para elegir el nivel de retención cuando se suelta el acelerador, lo que hace que se pueda conducir con un solo pie, sobre todo, cuando se circula por ciudad.