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Todo para la gasolina
El Hyundai i10 tiene el comportamiento en marcha que puedes esperar de un coche enfocado básicamente para la ciudad. Sin embargo es el único o de los pocos que te da unas mínimas garantías para salir a la autopista sin sufrir en exceso. Para ello es recomendable no ocupar todas las plazas ni llenar su maletero, porque en ese caso penalizará como todo representante del segmento A.
Su mayor viveza en la conducción también se nota en que el motor de 87 CV es de cuatro cilindros, cuando lo habitual es encontrar propulsores tricilíndricos. A bajo régimen empuja con fuerza y gana en elasticidad respecto a la competencia, especialmente a altas revoluciones.
El chasis también tiene un funcionamiento correcto y absorbe muy bien los baches y obstáculos de la calzada, algo obligatorio tratándose de un coche que quiere postularse como tu compañero ideal para moverte por la ciudad. A nivel de consumos, el Hyundai es de los mejores también, sobre todo en carretera donde se beneficia de su mecánica de cuatro cilindros. Esta misma circunstancia le perjudica un poco en conducción urbana, donde su consumo es más elevado que alguno de sus rivales.
Los motores con arquitectura diésel apenas tienen presencia en el segmento A y el Hyundai i10 no es una excepción en este sentido. A cambio son dos las alternativas de gasolina que hay disponibles con el urbano asiático, ambos con prestaciones y usos completamente diferentes para aglutinar a la mayor cantidad posible de público objetivo. En ambos casos conviene destacar lo poco que suena el coche a bajas revoluciones.
En el i10 solamente tienen cabida los propulsores de gasolina, que son dos. En primer lugar está el 1.0 MPi de 66 CV de potencia y un consumo oficial de 4,7 litros a los 100 kilómetros que le sitúa en la media del segmento. La segunda opción es el cuatro cilindros 1.2 MPi que alcanza los 87 CV de potencia. Es un motor muy propicio para hacer un uso del i10 que no se ciña exclusivamente a la conducción urbana. El consumo de combustible, en cifras de Hyundai, roza los 5 litros (4,9l/100km). Esta segunda mecánica también ofrece la posibilidad de montar una caja de cambios automática de cuatro marchas, aunque en este caso el precio sube más de 1.000 euros en comparación con las versiones equipadas con sistema manual.