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200 caballos y atmosférico
En unos tiempos en los que la gran mayoría de deportivos montan motores turboalimentados, con cambios automáticos y tracción, en muchos casos, delantera o total, el Subaru BRZ supone una rara avis. Gracias a su motor atmosférico, asociado a un cambio manual y tracción trasera, proporciona una experiencia de conducción que evoca a los deportivos japoneses de los años ochenta y noventa.
El motor es un 2.0 de 4 cilindros bóxer atmosférico que entrega 200 caballos. Pero, pese a que la potencia es más que suficiente, requiere llevarlo a un régimen alto de vueltas para que se noten esos caballos. En la zona baja del cuentavueltas, se muestra muy perezoso, sin apenas fuerza. Esto, que puede parecer negativo para algunos, para otros es gratificante porque recuerda a los motores de antaño.
A la hora de afrontar un tramo de curvas en una carretera secundaria o en carreteras de montaña, el cambio manual se convierte en un gran aliado. Por el rendimiento del motor, nos obligará a hacer mucho uso del cambio, para llevar el motor siempre en altas revoluciones. Tiene un tacto muy bueno, con recorridos cortos y la palanca queda a una altura excelente.
Es, precisamente, en este entorno de carreteras sinuosas donde el Subaru BRZ 2017 saca a relucir todo lo que lleva dentro. Detrás de la palanca del cambio hay un botón Track, con el que podemos regular el grado de intervención de la electrónica. Esto nos permite desconectar las ayudas parcialmente o total. De esta forma, podemos entrar a gran velocidad en una curva y salir de ella, deslizando el eje trasero con facilidad, pero manteniendo un cierto grado de seguridad, a la vez que una gran sonrisa se dibuja en cara.
Por último, monta unas suspensiones firmes que ayudan a mitigar los movimientos de la carrocería. Ofrece muy buenos apoyos en reacciones bruscas. Pero, en ciudad y autovía, el cuerpo se resiente rápidamente, ya que la capacidad de filtrado es nula.
El Subaru BRZ solo está disponible con un motor de gasolina de 200 caballos. Es el mismo propulsor del modelo de 2012, pero mejorado, con nuevas válvulas, pistones, cigüeñal, árbol de levas y una nueva bomba de gasolina. Está asociado a una caja de cambios de seis velocidades que trasladan el par al eje trasero. Opcionalmente, se puede equipar un cambio automático de convertidor de par, con seis relaciones.
Se trata de un 2.0 atmosférico de 4 cilindros en posición bóxer. Entrega 200 caballos a 7.000 vueltas y un par máximo de 205 Nm entre las 6.400 y 6.600 vueltas. Alcanza una velocidad máxima de 226 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 7’6 segundos y declara un consumo mixto de 7’8 litros.