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Solo un motor de gasolina
A la hora de definir el comportamiento de un coche, suele ser muy recurrente decir que ofrece un buen equilibrio entre confort y dinamismo. Esto es porque la mayoría de marcas, normalmente, fabrican coches cómodos, sobre todo, si se trata de un familiar, como es el caso pero, con un chasis convenientemente preparado, le dan un enfoque más deportivo o menos. Y en el caso de este Subaru Levorg lo han conseguido de manera excelente.
Esto es debido a la conjunción de varios elementos. Por un lado, la berlina familiar japonesa hereda el chasis del Subaru WRX STI, el modelo más prestacional del fabricante, claro que, con algunos ajustes para adaptarlo a un coche familiar, para que sea más cómodo. Esto le garantiza una estabilidad muy buena en autovías, pero también unas reacciones muy ágiles cuando afrontamos carreteras de curvas cerradas, en las que el Levorg goza de unos apoyos muy buenos y sin los balanceos típicos de un familiar.
En segundo lugar, monta un motor relativamente potente, con 170 caballos, suficientes para mover con soltura al Levorg. Sus prestaciones no son extraordinarias, como tampoco su relación entre peso y potencia, pero sí satisfactorias. Como remate a este conjunto, los 170 caballos son transmitidos a las cuatro ruedas de manera simétrica, lo que garantiza el agarre total al asfalto y elimina el subviraje en las salidas de curvas, al acelerar fuerte.
Las suspensiones tienen un tarado perfecto para el tipo de coche que es el Levorg. No son ni muy duras ni muy blandas. Absorben perfectamente las imperfecciones que pueda haber en la carretera, a la vez que sujetan correctamente la carrocería. Solo al circular por una superficie muy rota notaremos algunos rebotes incómodos.
El motor es un 4 cilindros bóxer de gasolina, sobrealimentado mediante turbo. Destaca por una suavidad en su funcionamiento exquisita, ausencia de vibraciones y un silencio que, a veces, tenemos que fijarnos que lo hemos arrancado. Aunque tenga turbo, funciona casi como un motor atmosférico porque la aceleración se produce de manera muy progresiva y rinde más en la zona alta del cuentavueltas. Como contrapartida, el consumo no es nada bajo. Haciendo una conducción relajada, sin buscar los límites del coche, es difícil bajar de los 8 litros a los 100 km/h, aunque el fabricante homologa 6’9 l.
El hecho de que el motor acelere de forma tan progresiva se debe también al cambio. Se trata de un CVT de tipo variador continuo, similar a los que emplean algunos modelos híbridos. Es un cambio muy suave en el que no se sienten los saltos de una marcha a otra, pero que provocan un extraño efecto scooter, cuando aceleramos a fondo. El motor se revoluciona, pero el aumento de velocidad no va acorde a las revoluciones del motor. No obstante, en Subaru han programado el cambio de manera que simule seis marchas y, al pisar el acelerador, se perciben ligeros cambios de régimen.
El Subaru Levorg está disponible únicamente con una mecánica de gasolina de 170 caballos, asociada a un cambio CVT de tipo variador continuo, que simula seis marchas. La tracción es a las cuatro ruedas, mediante un embrague Haldex, encargado de distribuir el par entre ambos ejes.
Se trata de un motor 1.6 turbo de 4 cilindros colocados en posición bóxer. Rinde 170 caballos entre las 4.800 y 5.600 rpm y un par máximo de 250 Nm entre las 1.800 y 4.800 vueltas. Alcanza los 210 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 8’9 segundos y declara un consumo medio 6’9 litros.