Entre 469 y 630 caballos
Salvo los deportivos más radicales y prestacionales, Mercedes-Benz acostumbra a que sus coupés sean coches más dados para hacer largos viajes cómodamente que a practicar una conducción deportiva. Este concepto Gran Turismo se aplica a la perfección en el Mercedes-Benz Clase S Coupe.
Esto es así porque su chasis está configurado de tal manera que circular por una autovía sea muy placentero. De forma opcional, puede montarlas suspensiones Body Magic Control que se anticipan a las curvas para mitigar los movimientos.Absorben de forma magistral cualquier bache o imperfección en la vía y hacen que sea un coche muy confortable, aunque no llegue al nivel del Clase S berlina.
Pero, cuando se le pisa, el chasis responde y, sin llegar a ser un deportivo, ofrece sensaciones muy dinámicas. Es un coupé grande y pesado, lo que limita notablemente su agilidad, pero las suspensiones contienen muy bien la carrocería, impidiendo inercias muy acusadas. Gira plano en las curvas, la dirección es muy precisa e informativa y la tracción 4Matic hace que el coche vaya pegado al asfalto, incluso en condiciones adversas.
El Mercedes-Benz Clase S Coupe está disponible con tres motores, todos de gasolina, con potencias que oscilan entre los 469 y 630 caballos. Según el modelo, la tracción puede ser total o trasera. El S 560 y S 63 AMG+ tienen tracción 4Matic, mientras que el S 65 AMG únicamente tracción posterior. El cambio es automático de convertidor de par y nueve relaciones en el S 560 y S 63 AMG+. En cambio, el S 65 AMG monta una transmisión de doble embrague y siete velocidades.
Por un lado, hay dos motores V8 Biturbo de gasolina de 4.0 litros. Uno es el del S 560, con 469 caballos y 700 Nm de par entre 2.000 y 4.000 rpm. Acelera de 0 a 100 km/h en 4’6 segundos y declara un consumo mixto de 9 litros. El otro es el S 63 AMG+, que rinde 612 caballos y 900 Nm de par. Alcanza los 100 km/h en 3’5 segundos y homologa 9’3 litros de consumo medio.
Por último, hay un impresionante motor V12 6.0 litros atmosférico que entrega 630 caballos y un espectacular par máximo de 1.000 Nm entre 2.300 y 4.300 vueltas. Es un poco más lento que el S 63 AMG+, porque acelera de 0 a 100 km/h en 4’1 segundos, y también gasta más, con una cifra media oficial de 11’9 litros.