Solo un motor
El Subaru Impreza destaca, en cuanto a comportamiento, por ser una berlina especialmente suave y confortable. Tiene un rodar muy silencioso, gracias a la suavidad de su motor bóxer, cuyo sonido a veces resulta imperceptible, y además está bien aislado del exterior.
Monta unas suspensiones con un tarado que tira a blando. Filtran de manera excelente cualquier imperfección de la carretera y se muestran también eficaz en carreteras de curvas, en las que contienen la carrocería correctamente. La berlina compacta de Subaru ofrece una conducción muy agradable en autovías, donde transmite mucho aplomo. La dirección tiene un tacto preciso y es muy rápida, lo que ayuda a generar una experiencia al volante sumamente satisfactoria.
El cambio automático Lineartronic es un cambio de variador continuo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En ciudad, resulta excelente, por la suavidad de su funcionamiento, con saltos de marchas imperceptibles. En estos casos, es un cambio muy recomendable. Pero, por otro lado, produce un efecto habitual en este tipo de transmisiones cuando se acelera y el régimen del motor no guarda relación con la velocidad. Tampoco es el mejor cambio para practicar una conducción deportiva, aunque tampoco invita a ello el compacto de Subaru.
El único motor disponible por el momento es un 1.6 atmosférico de 114 caballos, una potencia suficiente para un uso normal, pero escasa en situaciones como adelantamientos en carreteras de doble sentido. Tarda un tiempo en ganar velocidad, lo que obliga a asegurarse mucho antes de realizar un adelantamiento. A favor, hay que decir que es un motor extremadamente suave y silencioso.
La tracción 4x4 del conocido sistema X-Mode de Subaru funciona a la perfección, como en el resto de modelos de la marca japonesa y añade un plus de seguridad en situaciones adversas como lluvia o superficies resbaladizas. Se nota especialmente efectiva en las curvas en las que, incluso entrando rápido, cuando parece que el subviraje es inevitable, el eje trasero redondea la curva y mete al coche en la trazada. En este aspecto, también interviene el sistema Active Torque Vectoring, que traslada más par a las ruedas exteriores en las curvas para mejorar la tracción.
Subaru comercializa su berlina compacta con un único motor de gasolina, aunque más adelante, llegará una segunda opción más potente de 2.0 litros que ya está presente en el SUV, el Subaru XV, con 150 caballos. El propulsor va exclusivamente asociado a un cambio automático de variador continuo Lineartronic y tracción a las cuatro ruedas.
Se trata de un bloque 1.6 atmosférico de 4 cilindros en posición bóxer. Entrega 114 caballos y 150 Nm de par a 3.600 vueltas. Acelera de 0 a 100 km/h en 11’8 segundos y declara un consumo medio de 6’2 litros.