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Novedades varias para el modelo de 2017
El cambio de techo le ha sentado bien al Jaguar F-Type, pues gracias a que el techo es rígido en lugar de una lona el chasis puede soportar más fuerzas y mostrar todo su potencial en las curvas. La suspensión es también algo distinta a la del descapotable, algo importante teniendo en cuenta que se trata de un coche algo nervioso debido a la potencia que puede llegar a tener (y ni siquiera hace falta irse al tope de gama).
En comparación con el Porsche 911 Carrera o el 911 Turbo, el F-Type Coupé tiende a perder algo de agarre de toda la potencia que se desata a las ruedas traseras. Por suerte tiene un control de tracción que en estos casos actúa de inmediato por lo que no se trata de ningún coche complicado de controlar. Además tiene la posibilidad de equipar tracción a las cuatro ruedas, aumentando la adherencia en situaciones donde la carretera tenga menos agarre del habitual.
Por estas mismas cualidades (ayudas electrónicas y tracción total) la brutalidad del F-Type S y sus 575 caballos se ven mitigadas. Pese a que es un deportivo y suena como tal, por dentro está bastante bien insonorizado – eso sí, cuando se pisa el pedal del acelerador lo que sale del tubo de escape es una banda sonora en toda regla.
Al haber cumplido varios años en el mercado, Jaguar ha decidido poner a la venta más versiones del F-Type Coupé, tanto modelos de entrada que sean más asequibles como variantes de más alto rendimiento. En un coche así cualquier otra cosa que no sean motores de gasolina está casi prohibido: todos los motores son gasolina, desde el cuatro en línea que empieza la gama al V8 que la corona.
El primer motor corresponde a la familia Ingenium de Jaguar y Land Rover: es un 2.0 de cuatro cilindros con la ‘modesta’ cifra de 300 caballos – eso sí, se ofrece con un cambio automático de seis marchas. A partir de ese momento llega el V6 3.0 con sobrealimentador (supercharger), con dos niveles de potencia: 340 y 380 caballos. Ambos pueden llevar tanto cambio manual como cambio automático.
En 2017 Jaguar ha añadido una nueva variante del V6 que logra alcanzar los 400 caballos de potencia, metiéndose dentro del acabado 400 Sport. Sólo está disponible con cambio automático y puede ser bien tracción total, bien tracción trasera. Pero a pesar de todo 400 caballos son pocos comparados con los 550 caballos del motor V8 5.0 supercharger del F-Type R – que además aumenta a 575 caballos del F-Type SVR, el verdadero tope de gama.