Un juguete muy divertido
El Audi TT es un vehículo coupé y deportivo. No obstante, y a pesar de su conducción dinámica en carreteras de montaña, no es un deportivo en el amplio sentido del término. Resulta un coche cómodo, a pesar de las suspensiones deportivas, cuyo tarado es firme, pero no renuncia al confort. En desplazamientos cortos en ciudad se muestra confortable, así como en autovía.
Pero, al adentrarnos en carreteras con curvas, el Audi TT es un coche con un gran aplomo y estabilidad en los pasos por curvas. Sorprende la capacidad de agarre que ofrece al entrar en una curva cerrada, sin que cabecee la carrocería, y luego la rapidez con la que sale de aquella, especialmente, si equipa la tracción total Quattro. Las versiones con tracción delantera ofrecen también un buen nivel de agarre, pero la tracción a las cuatro ruedas hace que el TT traccione mucho mejor. Además, añade ese plus de seguridad en terrenos deslizantes, con presencia de lluvia o nieve. Sin embargo, hay que dejar claro que no es un deportivo radical que destaque por una conducción muy dinámica.
En todo esto interviene también una caja de cambios excelente, tanto la manual de seis velocidades, como la automática de doble embrague S Tronic de siete marchas. El cambio manual es muy preciso y tiene unas levas cortas que hace que jugar con el pedal del embrague sea una delicia. La transmisión S Tronic sube resulta muy divertida por la velocidad en la que sube y baja de marchas, aunque, en determinadas ocasiones, no reduce cuando queremos, pero esto sólo ocurre al circular de forma extrema.
Para algunos, que un deportivo equipe motores diésel, es un contrasentido. No obstante, el Audi TT dispone de una opción alimentada por gasóleo con 184 caballos. Completan la gama dos opciones de gasolina. Según versiones, la tracción puede ser delantera o Quattro y la transmisión puede ser manual de seis relaciones o automática de doble embrague S Tronic con 7 velocidades.
La gama de gasolina está formada por dos motores. El primero es un 1.8 TFSI de 180 caballos, que impulsa al TT en 6’9 segundos hasta los 100 km/h y declara un consumo de 5’8 litros. Le sigue un 2.0 TFSI con 230 caballos que declara un consumo medio de 5’9 litros y una aceleración de 0 a 100 km/h en 6 segundos, con cambio manual y tracción delantera. En cambio, con la transmisión S Tronic y tracción Quattro, hace el 0 a 100 km/h en 5’3 segundo y gasta una media de 6’4 litros.
Se trata de un 2.0 TDI de 184 caballos, con el que acelera de 0 a 100 km/h en 7’1 segundos y homologa un consumo en ciclo combinado de 4’6 litros.