Para todos los gustos
Las dimensiones del Renault Espace y especialmente su renovada altura respecto al suelo influyen positivamente en su conducción. Todos sus motores funcionan a las mil maravillas y eso que tienen un cubicaje más corto que otros rivales de su segmento. Su respuesta desde abajo es formidable y se mueve con mucha soltura en prácticamente cualquier régimen. Es de los pocos monovolúmenes con los que incluso se podría hacer alguna incursión en terrenos más angostos, una vez más favorecido por su distancia respecto al firme.
Los modos de conducción funcionan bien y son de gran ayuda en aras de realizar una conducción lo más eficiente posible. Esta variedad de opciones se siente especialmente en el tacto de la dirección y en la rigidez de las suspensiones. A la hora de girar el Renault Espace se mueve prácticamente como un compacto, una característica muy a tener en cuenta para aquellas familias que viven en la ciudad pero que precisan de un monovolumen para cubrir sus necesidades.
Algunos pueden criticar o no valorar tanto la funcionalidad del nuevo Espace. Dichas carencias, siempre subjetivas, se suplen a la perfección con unas sensaciones al volante que son muy difíciles de encontrar en su categoría. Un coche tan largo y tan ancho no suele responder con tanta soltura, sobre todo en los virajes y en aquellas carreteras donde la mecánica de este tipo de vehículos sufre más de la cuenta.
El Renault Espace dispone de dos motorizaciones diésel y una de gasolina turboalimentada. En el caso de los propulsores impulsados por gasóleo, estos pueden un montar una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática EDC de siete marchas y que puede controlarse con la acción de unas levas detrás del volante. Por su parte, el motor de gasolina solamente se comercializa con la caja de cambios automática y doble embrague.
La motorización de gasóleo disponible en el nuevo Renault Espace está compuesta por dos bloques. El primero de ellos es el Energy dCi 130, que genera una potencia de 131 CV y 320 Nm de par. Sus consumos son bastante contenidos, con 4,5 litros cada 100 kilómetros según las cifras oficiales de Renault.
El segundo propulsor disponible para este monovolumen es el Energy dCi 160. Se trata de un motor de cuatro cilindros -misma disposición que el de 130- pero con algo más cilindrada (1.598cc). Tiene una potencia de 160 CV y 380 Nm de par motor. Su punta de velocidad supera los 200 kilómetros por hora y apenas consume un poco más que el bloque anterior (4,7l/100km).
Para los amantes de la gasolina, la nueva versión del Renault Espace también se oferta con un motor de cuatro cilindros, el Energy TCe 200 EDC. La potencia es superior al de sus homónimos diésel con 200 CV y la principal diferencia en cuanto a entrega la notarás sobre todo a bajo régimen, ya que su velocidad máxima es sensiblemente superior. Su consumo también se diferencia del diésel, con 6,2 litros a los 100.