Solo motores de gasolina
Se puede decir que el Renault Twingo es un vehículo a la antigua, ya que dispone de una configuración “todo atrás”, es decir, motor en posición trasera y tracción al eje posterior. Sin embargo, el pequeño utilitario francés se comporta prácticamente igual que el resto de sus rivales con motor y tracción delantera.
Esto se debe a la electrónica. Tanto el control de estabilidad como el de tracción se encargan de llevar al Renault Twingo por su sitio, sin que dé ningún síntoma de sobreviraje. Todo lo contrario. El coche tiende a irse de delante de forma clara y no se nota en ningún momento que la tracción sea trasera. Esto hace que sea fácil de conducir, pero tiene como contrapartida que, al no se poderse desconectar en ningún momento la electrónica, le resta diversión.
Sí es un vehículo perfecto en entornos urbanos, donde exhibe un radio de giro extraordinario, ya que podemos girar el eje delantero hasta en 45 grados. Las maniobras en garajes serán, por tanto, un trabajo sencillo. En autovía se muestra menos seguro y, a altas velocidades, el tren delantero transmite cierta sensación de ir flotando.
La gama de motores del Renault Twingo está compuesta por dos mecánicas, ambas de gasolina, de 70 y 90 caballos. Hay un tercer motor para la versión más deportiva GT, que rinde 110 caballos. Los tres motores son de 3 cilindros y van acoplados a un cambio manual de cinco velocidades que puede ser automático de doble embrague en el más potente.
En primer lugar, puede montar un propulsor atmosférico 1.0 litros SCe de 70 caballos y 91 Nm de par que ofrece unas prestaciones modestas: acelera de 0 a 100 km/h en 14’5 segundos y declara un consumo medio de 4’2 litros. En segundo lugar, dispone de un bloque 0.9 litros TCe de 90 caballos y 135 Nm de par. Alcanza los 100 km/h en 10’8 segundos y homologa 4’3 litros de consumo medio.