IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Un abanico para todos los gustos
Después de unos cuantos años en el mercado, ahora ya se puede decir bien alto que el Ford Galaxy está preparado para desafiar el dominio de los Renault Espace, Volkswagen Sharan o Seat Ahlambra. Esto se debe en buena parte a las mejoras introducidas por el fabricante yanqui en las suspensiones y en la dirección, que ahora dotan al Galaxy de un comportamiento poco común en un coche que pesa más de 1.700 kilos. En línea recta aporta lo que esperas gracias a sus generosos motores, que alcanzan los 120 kilómetros por hora sin problemas y garantizan unos viajes llenos de comodidad tanto para el conductor como sus acompañantes.
La principal revolución en cuanto a comportamiento llega cuando vienen las curvas. La suspensión trasera ahora puede regularse en tres modos (Confort, Normal y Sport), gracias a los cuales te puedes divertir conduciendo el Galaxy. La carrocería se mueve, pero no tanto como antes y en los virajes se adhiere muy bien a la carretera. A todo esto hay que unirle los asistentes de seguridad, que en el monovolumen de Ford funcionan muy bien y eliminan las pocas preocupaciones que puede tener su usuario potencial. Todo ello con asientos de cuero en las versiones menos económicas que te transportan, valga la redundancia, a otra galaxia.
El Galaxy presume de contar con una amplia variedad de motores tanto diésel como gasolina y que van muy en la línea del nivel de equipamiento que ofrece cada acabado. Esto quiere decir que para acceder a los propulsores más competentes del monovolumen de 7 plazas de Ford habrá que añadir el equipamiento más vanguardista para tener un coche completo y que colmara cualquier expectativa puesta sobre él.
La famosa mecánica EcoBoost conforma la familia de propulsores gasolina del Ford Galaxy. En primer lugar está el EcoBoost 1.5 de 160 CV, mientras que la alternativa más potente es el 2.0 que alcanza los 240 caballos. Las diferencias de consumo entre ambos son notables, ya que según Ford el 1.5 se queda en 6,5 litros cada 100 kilómetros, mientras que el 2.0 se dispara hasta los 7,9. Eso sí, con 240 CV no habrá ningún problema para completar viajes largos y agradables incluso poniendo a prueba su capacidad de carga.
En lo que respecta al gasóleo, la última generación del Galaxy cuenta con un motor 2.0 TDCi que varía su geometería para entregar unas potencias de 120, 150 y 180 CV respectivamente. Los consumos varían según la especificación que se escoja, en un intervalo que va desde los 5 litros a los 100 hasta los 5,5 litros. Por otro lado, esta última actualización del monovolumen americano trae otro propulsor con la misma cilindrada pero con sistema biturbo que eleva su empuje hasta los 210 CV de potencia. En este caso, el consumo está determinado en 5,5l/100km, según los números del fabricante. A excepción del motor de 120 CV, el resto de la gama diésel se puede montar con una caja de cambios automática.