La impresión que transmite el Renault Espace es que no se parece absolutamente en nada a su predecesor porque lo mejora en todas las áreas. Un diseño muy atractivo con acabados y materiales más propios de coches premium, una conducción cómoda y muy dinámica que se complementa a la perfección con tecnología de última generación y fácil de gestionar.
Desde el punto de vista funcional se podrían mejorar algunas cosas, como por ejemplo la altura para los pasajeros o la segunda fila de asientos, que no es recomendable para viajes de larga duración. En cualquier caso, el Espace tiene todo lo que un monovolumen puede necesitar con un extra de gusto estético y sensaciones al volante que lo diferencian claramente de la parte media de su segmento, haciendo que sea una de las opciones más recomendables que puedes encontrar a día de hoy en el mercado.