De última generación
El Peugeot 308 se muestra firme y con un muy buen aplomo en carretera, así como en prácticamente todo tipo de superficies. A pesar de ello, su suspensión tiene un grado de dureza muy confortable, como ya ocurre en otros coches franceses de marcas como Citroën o Renault. No llega a ser demasiado seca, pero tampoco hace que el coche se tambalee mucho en las curvas.
De igual modo, el 308 recupera un poco esa esencia de deportividad y diversión que transmitía el modelo compacto de la marca del león en la década de 1990, el 306. Lo consigue gracias a un puesto de conducción muy original al que, si bien es necesario acostumbrarse (tiene el volante muy pequeño y la instrumentación se ve por encima de éste), acaba siendo muy ergonómico.
Asimismo, el Peugeot 308 cuenta con una muy buena alternativa deportiva sin tener que desembolsar lo que pide por la versión GTi. Se trata de la variante GT, disponible con rápidos motores diésel y gasolina, así como con una suspensión más firme que la convencional, lo que le hace ser más efectivo en las curvas. En este sentido, el Opel Astra también sería un modelo a valorar seriamente, pues ofrece bastante entretenimiento hasta en sus acabados más básicos.
Los motores del Peugeot 308 son de última generación y, por lo tanto, son de lo más eficiente, no importa si nos referimos a los propulsores de gasolina o a los de gasóleo. El más sorprendente es el gasolina PureTech de 1.2 litros, cuya relación entre prestaciones y consumo es difícilmente mejorable. Las motorizaciones diésel gastan muy poco combustible, aunque su rumorosidad resulta bastante más elevada.
El escalón de acceso a gama es un bloque atmosférico de 82 CV y 1.2 litros que resulta impropio de un vehículo con las características del Peugeot 308 2017. Más adecuados a su estatus son los 1.2 PureTech (de 110 y 130 CV), el 1.6 THP de 205 CV y el 1.6 del GTi, disponible con 250 o con 270 CV. Todos ellos son bastante rápidos y en ningún caso homologan un consumo superior a los 6l/100km.
La oferta de motores diésel del Peugeot 308 la conforman un bloque 1.6 BlueHDi y otro 2.0 con la misma tecnología. El primero se puede escoger con potencias de 100 CV y de 120 CV, mientras que el más potente desarrolla 150 CV. El que más consume registra un dato de 4,2l/100km de media.