Atractivo y con una oferta muy extensa
No se llega a ser uno de los coches más vendidos en España, uno de los mercados automovilísticos más importantes del mundo, sin argumentos suficientes para ello. Por eso, que se hayan matriculado 26.904 unidades del Opel Corsa durante todo el año pasado (fue el cuarto modelo más vendido en general, solo por detrás del SEAT León, del SEAT Ibiza y del Volkswagen Golf) y 1.960 en enero de 2017 no es fruto de la casualidad. Pero, ¿qué hay detrás de la atractiva fachada y la amplia gama de motorizaciones de este superventas? Vamos a descubrirlo.
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Para comenzar, el Opel Corsa es un coche utilitario que visualmente atrae bastante. De hecho, lo ha hecho en todas sus generaciones, y buena prueba de ello es su trayectoria, de tres décadas y media. En esta entrega, el primer lugar a donde se nos va la vista es a su parrilla frontal, muy grande y que ejerce de “boca” del vehículo. En ella está integrada el logo de la marca alemana y una línea cromada que la cruza de lado a lado. Además, en la zona de los antiniebla también dispone de detalles cromados, y los pilotos delanteros parecen querer adentrarse en su calandra debido a sus formas.
Según avanzamos hacia la zaga podemos observar un perfil con líneas suaves y una parte trasera que se diferencia notablemente dependiendo de la versión: el Corsa 2017 de tres puertas tiene una caída del techo muy suave, mientras que la versión de cinco puertas cuenta con una mayor habitabilidad interior, aunque su atractivo desciende bastante. En resumidas cuentas, su estética exhibe influencias de otros modelos de Opel, como del Opel Adam en la parrilla frontal, del Opel Insignia en el interior de los faros delanteros o del Astra en su zona posterior.