El Opel Corsa sirve igualmente “para un roto que para un descosido”. Es un coche que tiene un precio relativamente asequible, sus materiales son de bastante calidad (especialmente si lo comparamos con los de su predecesor), se trata de un vehículo cómodo y es fácil de conducir. Además, muestra una estabilidad muy buena tanto en ciudad, en donde es muy manejable, como en carretera; y lo consigue sin que su amortiguación sea incómoda.
Como puntos negativos es necesario destacar una visibilidad que no es buena debido a unas ventanillas bastante pequeñas, especialmente las de la zona trasera. Asimismo, el espacio para las cabezas de los pasajeros de la fila de asientos posterior es insuficiente a poco que se mida más de 1,80 m de altura. En resumen, su compra será acertada para todo aquel que quiera un vehículo práctico y sencillo de llevar.