El Grupo Volkswagen rara vez hace coches malos y el Ibiza no iba a ser el primero de ellos: estamos ante un producto muy competitivo, que se ha renovado para poder mantenerse al frente en las ventas de su segmento. No cabe duda de que es un coche interesante que se ha sabido adaptar a su público.
Está claro que su punto débil viene condicionado por su calidad de acabado, pues no sería bueno que restase muchas ventas al Volkswagen Polo o al Golf por ejemplo. Además cumple así su función de coche con buena relación calidad precio. El modelo de entrada cuesta 14.060 euros y viene muy buen equipado, aunque es más caro que los Mazda 2 o Renault Clio de entrada.
