Un compacto coupé y diferente
Aunque Opel renovó el Astra hace poco más de un año, la versión de tres puertas GTC se mantiene en el mercado. Se trata de un coche de 4’46 metros de largo, 1’84 de ancho y 1’48 de alto y es uno de los pocos modelos de tres puestas del segmento C que quedan, junto con el Volkswagen Scirocco o el Kia Pro Cee’d.
Estéticamente el Opel GTC muestra unas líneas curvas muy estilizadas, con un frontal en el que destacan los grupos ópticos grandes y una estrecha parrilla con el logo de la marca en el centro. La vista lateral llama la atención por unos marcados voladizos y la silueta coupé que dibuja el techo, que desciende de manera pronunciada, hacia una zaga con formas voluminosas, y unos pilotos en forma de lágrima.
El interior muestra una percepción de calidad correcta, combinando materiales blandos de buena calidad con plásticos de tacto agradable, aunque el centro del salpicadero está muy recargado de botones y hace que el usuario pueda despistarse a la hora de buscar alguna función. Uno de los puntos destacables de este coche es que, a pesar de ser un tres puertas, las plazas traseras no son del todo pequeñas, destacando la altura libre al techo.
Dinámicamente, el Opel GTC dispone de un chasis con una gran puesta a punto que, en cierta manera, mitiga el peso excesivo del coche, más de 1.500 kilos. A pesar de su apariencia coupé, no resulta un coche especialmente rápido ni ofrece un comportamiento deportivo, salvo en la versión OPC de 280 caballos. Dispone de un solo motor diésel de 136 caballos y dos de gasolina de 140 y 170 caballos.