Desde pequeños diesel a un gran supercharger
Aunque el Jaguar F-Pace sea un todoterreno y tenga una gran distancia al suelo – un total de 21 centímetros, la misma que tiene el Land Rover Discovery Sport y tracción a las cuatro ruedas, es un vehículo que se mueve mejor sobre asfalto que sobre superficies off-road como son capaces de hacer la mayoría de modelos de Land Rover. Por tanto, Jaguar ha optado por dotar a este modelo de una suspensión más rígida para mejorar su comportamiento en curvas y evitar balanceos de carrocería.
La suspensión, de hecho, es la misma del F-Type, pero con todo el peso (1.861 kilogramos en vacío, nada menos) en ningún momento se puede esperar que sea un coche ágil. El Macan es más ágil pese a ser más pesado aún, gracias a que va más cerca del suelo y su conducción es más natural, mientras que en el F-Pace hay mucha electrónica que entra en juego. Cuenta también con el paquete Adaptive Dynamics, con amortiguadores ajustables para hacerlo más deportivo.
Aunque no sea tan preciso como el Macan, lo cierto es que es mucho más preciso y entra mejor en las curvas que casi cualquier otro todoterreno. La dirección asistida no funciona igual de bien que en el XF (por ser coches tan diferentes) pero Jaguar está trabajando en ello para que las unidades que vayan saliendo al mercado sean cada vez mejores en ese aspecto.
La gama de motores del F-Pace puede no ser la más diversificada de todas, pero cubre un gran rango de potencia, así como de necesidades para los usuarios. Los motores diesel son los menos potentes (aunque tienen potencia suficiente para usos normales) mientras que los gasolina tienen algo más de fuerza, coronando la gama el motor 3.0 V6 con sobrealimentador (conocido también como supercharger).
El primer motor gasolina para el F-Pace aparece en los niveles medio-altos de acabado: es el Ingenium 2.0 turbo de cuatro cilindros con 250 caballos. El otro motor disponible es el tope de gama y el propulsor que más representa a Jaguar: el 3.0 V6 sobrealimentado. Está disponible en dos niveles de potencia: con 340 y con 380 caballos, siendo este último el del acabado S. Cabe resaltar que todas estas opciones tienen cambio automático y tracción a la cuatro ruedas.
El modelo de entrada del F-Pace monta un motor diesel de dos litros con 163 caballos – este motor es el único que se ofrece solo con tracción trasera. Después está disponible una versión con 180 caballos que puede llevar cambio automático y tracción a las cuatro ruedas, seguido de un diesel Biturbo 2.0 con 240 caballos y un 3.0 V6 Biturbo que llega a entregar 300 caballos.