Equilibrio entre dinamismo y confort
Lo más importante de este Peugeot e-2008 es su motor eléctrico. Se trata de una mecánica de 100 kW, que se traducen en 136 caballos, y un par máximo de 260 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos.
Se combina con una batería de 50 kWh que le permite recorrer hasta 310 kilómetros, bajo el ciclo WLTP. La batería se puede recargar con un sistema de hasta 100 kW, con el que tarda 30 minutos para alcanzar el 80 por ciento. Ese tiempo aumenta a una hora, con un sistema de 50 kW y a dos horas con uno de 22 kW. Utilizando un enchufe domestico de 7,4 kW, el tiempo para recargar el 100 por cien de la batería es de 16 horas, ocho horas con un enchufe de 7,4 kW y cinco horas con uno de 11 kW.
La principal diferencia del Peugeot 2008 eléctrico, frente al modelo de combustión, es su peso. Es unos 300 kg más pesado y eso se nota, sobre todo, en carreteras de curvas, donde se siente menos ágil. Sin embargo, en vías rápidas, este incremento de peso se traduce en un mayor aplomo. El tacto blando de las suspensiones de las versiones normales se siente un poco más firme en el eléctrico, pero sigue siendo cómoda, con un filtrado óptimo.
Evidentemente, al tratarse de un coche eléctrico, el silencio a bordo es absoluto. La rumorosidad de los motores diésel y gasolina del resto de la gama desaparece por completo en el e-2008 y únicamente se percibe el sonido de la rodadura cuando se circula a altas velocidades. En general, el grado de conducción es muy alto, por lo a gusto que se va y por las prestaciones de su motor eléctrico, capaz de alcanzar los 100 km/h en poco más de 8 segundos.
Por otro lado, el SUV eléctrico de Peugeot cuenta con dos modos de recuperación de energía en la frenada, que se activan desde la palanca del cambio. En la posición D, ofrece un nivel de recuperación normal, mientras que en la posición B, la desaceleración es más potente, permite conducir haciendo uso del pedal del acelerador solamente y recupera más energía.