IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Ágil y divertido
El coche urbano de Hyundai está disponible únicamente con dos mecánicas de gasolina. Se pueden asociar con un cambio manual u otro robotizado, en ambos casos, de cinco relaciones.
El motor de acceso a la gama es un 1.0 MPI de tres cilindros atmosférico, que entrega una potencia de 67 caballos y 96 Nm de par. Declara un consumo bajo, de solo 5 litros, y unas emisiones de 11 gr/km. El segundo motor es un 1.2 MPI, también atmosférico, pero de cuatro cilindros, que entrega 84 caballos y 118 Nm de par. Anuncia un consumo medio de 5,1 litros y 5,4 litros con el cambio automático, además de unas emisiones de 117 gr/km.
No hace falta decir que el Hyundai i10 es un coche claramente enfocado a la vida urbana. Sus dimensiones contenidas y su reducido peso lo convierten en un vehículo muy ágil y fácil de conducir. Pero, si salimos a la carretera, este pequeño urbanita coreano no se porta nada mal. Es estable, transmite seguridad, acelera con cierta rapidez y es cómodo. No es que sea una buena alternativa para viajar, pero sí cumple perfectamente para situación ocasional. Además, el puesto de conducción tiene una buena visibilidad y transmite la sensación de tener todo bajo control. El motor de cuatro cilindros es muy silencioso y apenas se siente, a diferencia del tricilíndrico de 1.0 litro, que se siente más ruidos y vibra más.
El cambio manual funciona muy bien. El automático es cómodo para la ciudad, pero no tiene un funcionamiento tan suave, se perciben ciertos tirones en los saltos de una marca a otra.
Las suspensiones tienen un esquema McPherson delante y una con doble eje rígido torsional detrás. Priorizan el confort, pero sin llegar a ser excesivamente blandas. Quizá lo menos positivo sea el cambio robotizado. Funciona como un cambio manual, pero con el embrague y el cambio de marcha automatizado. Resulta cómoda para la ciudad, pero los saltos de una relación a otra son un poco bruscos. Para una mayor suavidad, a costa de una menor comodidad, está el cambio manual.