IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
La oferta se limita a un único motor diésel
Como ocurre con la mayoría de SUV, el SsangYong Korando prefiere las autovías a las carreteras de curvas. Monta unas suspensiones blandas, aunque menos que algunos de sus competidores. Filtran bien las irregularidades del terreno y esto le hace ser un vehículo confortable. Pero, cuando abandonamos la autovía y afrontamos tramos más virados, se perciben las inercias de los movimientos de la carrocería. No es algo alarmante, pero llega a ser un poco molesto en viajes largos.
La respuesta del motor, con sus 178 caballos y 400 Nm de par, es bastante buena y casi inmediata. Unido al calibrado de los amortiguadores, las sensaciones dinámicas del conjunto son correctas y podrían ser aún mejores, si no fuera por la dirección, muy imprecisa. Transmite la sensación de que hay que girar demasiado el volante, aunque la trayectoria de la curva indique lo contrario. Esto le resta agilidad y hace que el Korando no sea más eficaz en las curvas. Otro aspecto en donde cojea el modelo asiático es en los frenos. No son muy potentes y necesita una distancia bastante considerable para detener el vehículo por completo.
Un SUV es un vehículo para asfalto, aunque no renuncia a alguna excursión por tierra. Con las limitaciones propias de estos vehículos, el coreano se comporta correctamente, gracias a la tracción total, que traslada el par al eje trasero cuando lo necesita y al bloqueo del diferencial central hasta los 40 km/h.
El SsangYong Korando solo está disponible con un motor. Se trata de un diésel de 178 caballos y puede ir acoplado a un cambio manual o automático de seis relaciones y se puede elegir con tracción delantera o a las cuatro ruedas.
Consiste en un bloque de 4 cilindros turbodiésel de 2.2 litros de cilindrada que eroga una potencia de 178 caballos y un par máximo de 400 Nm, entre las 1.400 y 2.800 vueltas. Con tracción delantera y cambio manual, declara un consumo medio de 5’3 litros. Con tracción total y cambio manual, el consumo se eleva hasta los 5’8 litros y, si añade el cambio automático, se queda en 6’8 litros.