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Oferta muy reducida
El SsangYong XLV deriva del Tivoli, con el que comparte varios elementos de construcción, como la plataforma y también las suspensiones. Pero, a diferencia del pequeño crossover, el XLV tiene unos amortiguadores más blandos que filtran mejor los baches que pueda haber en la carretera, aunque no lo hace tan bien como algunos de sus competidores. Como consecuencia, la carrocería no está tan sujeta como en el Tivoli y se perciben los balanceos en curvas de manera clara.
En líneas generales y haciendo una conducción relajada, el XLV se muestra estable en carretera. Sin embargo, la dirección es lenta e imprecisa y, en movimientos bruscos, el coche tiene reacciones que obligan a tener cierta pericia al volante, porque el eje trasero tiende a sobrevirar, como si el control de estabilidad entrase en funcionamiento tarde. Lógicamente, es algo que ocurre en situaciones excepcionales y no conduciendo de manera tranquila, pero es bueno tenerlo en cuenta.
De las dos mecánicas disponibles, la más razonable es el diésel de 115 caballos. Aunque pueda parecer poca potencia, lo cierto es que el motor mueve con suficiencia al SsangYong XLV, aunque no le podemos pedir una respuesta contundente al acelerador ni reacciones dinámicas. Esto, obliga a usar con frecuencia el cambio, sobre todo, a la hora de afrontar pendientes en autovía. A cambio, los consumos son muy buenos, teniendo en cuenta el tamaño del vehículo.
El SsangYong XLV, igual que ocurre con el Tivoli, ofrece una gama de motores muy reducida, con tan solo dos opciones. Por un lado, un motor de gasolina de 128 caballos y, por otro, uno diésel con 115 caballos. Pese a la estética SUV, el XLV es un monovolumen y la tracción es siempre al eje anterior. No hay ninguna opción con tracción a las cuatro ruedas. La transmisión puede ser manual o automática, en ambos casos de seis relaciones.
Se trata de un motor atmosférico de 4 cilindros y 1.6 litros de cilindrada que eroga 128 caballos de potencia y un par máximo de 160 Nm, con un consumo medio de 6’8 litros.
La mecánica de gasóleo es un 4 cilindros turbodiésel de 1.6 litros, 115 caballos y 300 Nm de par, con un consumo mixto de 4’5 litros.