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Una gama muy extensa
Con el BMW X4 se produce paradoja. La firma bávara se caracteriza por hacer coches con cierto tacto deportivo, comparado con sus principales rivales, Audi y Mercedes-Benz. Sin embargo, este SUV de aspecto coupé y deportivo no transmite tanto esa sensación dinámica. Parece que BMW ha querido buscar más el confort que la deportividad. Esto puede ser positivo o negativo, según el cliente.
Si se equipan las suspensiones adaptativas, con el modo Sport, el tarado se vuelve más firme y se nota un poco más ágil, pero sigue sin ofrecer un comportamiento puramente deportivo, como por ejemplo un Porsche Macan o, incluso, un Alfa Romeo Stelvio, modelos que no tienen carrocería coupé, pero si características similares.
En carreteras de curvas, se comporta bien en situaciones normales, con pocos balanceos debido al buen trabajo de las suspensiones, y al buen guiado de la dirección, no muy informativa pero precisa. Pero, si se le exprime un poco, salen a reducir el peso elevado y la altura del coche de 21 centímetros. Inevitablemente, se notan las inercias de la carrocería y algo más torpe de reacciones. En cualquier caso, es algo que solo ocurre al ir muy rápido y serán muy pocos los conductores que intenten sacar todo el jugo a este SUV.
El comportamiento confortable sobresale también cuando se circula por superficies fueras del asfalto. Nadie comprará este tipo de coche para hacer una conducción off-road, pero su excelente sistema de tracción xDrive, unido a los 21 centímetros de altura al suelo y el control de descensos, que funciona entre 3 y 30 km/k, le dotan de buenas aptitudes en caminos de tierra.
Una de las características de BMW es la amplia oferta de motores con los que equipa sus modelos. En el caso del BMW X4, podemos elegir entre tres opciones de gasolina y cuatro diésel, con potencias que van desde los 184 hasta los 354 caballos, de cuatro y seis cilindros en línea. Todos se combinan con un cambio automático firmado por ZF, de convertidor de par y ocho relaciones, cuyo funcionamiento es intachable. Mediante el sistema de tracción xDrive, la potencia llega a las cuatro ruedas.
La gama de gasolina queda representada por el xDrive20i, de cuatro cilindros y 2.0 litros, 184 caballos y 290 Nm de par, un consumo medio de 7,1 litros y unas emisiones de 163 gr/km; el xDrive30i, también de cuatro cilindros y 2.0 litros, 252 caballos y 350 Nm de par, un consumo mixto de 7,2 litros y unas emisiones de CO2 de 164 gr/km; en tercer lugar, el M40i, de seis cilindros en línea y 3.0 litros, entrega 354 caballos y 500 Nm de par, declara un consumo medio de 9 litros y unas emisiones de 205 gr/km.
La oferta de gasóleo dispone de cuatro opciones, dos de cuatro cilindros y dos de seis cilindros en línea. La primera es el xDrive20d, de 190 caballos y 400 Nm de par, un consumo medio de 5,4 litros y 142 gr/km de emisiones de CO2; el xDrive25d, de 231 caballos y 500 Nm de par, un consumo medio de 5,5 litros y unas emisiones de 154 gr/km; el xDrive30d, de seis cilindros y 3.0 litros, con 265 caballos y 620 Nm de par, 5,8 litros de consumo mixto y 153 gr/km de emisiones; por último, el M40d, de seis cilindros y 3.0 litros, con 326 caballos y 680 Nm de par, un consumo medio de 6,4 litros y unas emisiones de CO2 de 170 gr/km.