Un utilitario original, con buena habitabilidad y fácil de conducir, perfecto para la ciudad
Han pasado algo más de tres años desde que el fabricante francés lanzó al mercado la tercera generación del Renault Twingo y ahora ha llegado el momento de aplicarle una ligera actualización para mantener el ritmo de venta frente a sus principales competidores del segmento A, como el FIAT 500, el Peugeot 108, el Citroën C1, el Opel Adam, el SEAT Mii o el Hyundai i10.
Si echamos un vistazo rápido al exterior, podemos observar que el diseño del Renault Twingo diseño recuerda al Renault 5 de los años setenta, con un capó muy corto, una zaga inclinada hasta el paragolpes y unos voladizos muy cortos. El diseño de los grupos ópticos también recuerda al antiguo utilitario francés, aunque en este caso, añade unos faros LED redondos más pequeños. En la parte posterior los pilotos están integrados en una superficie negra unida a la luneta trasera. Como suele ser habitual en este tipo de coches urbanos pequeños, la marca ofrece numerosas opciones de personalización, en llantas, adhesivos y otros elementos en el interior.
El interior del Renault Twingo 2018 llama la atención por lo bien aprovechado que está el espacio, teniendo en cuenta que se trata de un coche que mide 3’60 metros de largo. La habitabilidad es relativamente buena, especialmente, en las plazas traseras, donde cabe dos adultos correctamente. El habitáculo ofrece un diseño desenfadado y juvenil, con elementos en el salpicadero en el color de la carrocería. El maletero es más pequeño que la media, al estar situado debajo el motor, y ofrece unos 180 litros de capacidad.
Una de las principales características del Renault Twingo es que tiene una configuración “todo atrás”, es decir, tanto el motor como la tracción están en el eje posterior. Puede montar un propulsor de gasolina de 1 litros atmosférico con 71 caballos o un 0.9 turbo de 90, en ambos casos, de 3 cilindros.