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Mucho mejor de lo que se podría esperar
El i3 ofrece dos opciones en la actualidad: el motor cien por cien eléctrico o una variante híbrida, que combina el eléctrico con un pequeño motor gasolina de dos cilindros. Los dos sistemas tienen un buen funcionamiento, pero la verdadera clave de este coche – y de todos los eléctricos, en realidad – es la autonomía que puede llegar a alcanzar la batería. Este detalle es el que tiene que justificar sobre todo la elección, dado que uno no se compra un i3 por su potencia.
Es preciso comenzar por el motor eléctrico dado que es el que salió primero, dando 168 caballos de potencia máxima y un par motor tan inmediato que en aceleración puede llegar a sorprender: 0 a 100 en 7,2 segundos según Top Gear. No obstante, su gran problema reside en su autonomía: si bien se ofertaban 190 kilómetros de autonomía, en situaciones de conducción real esta cifra se reduce hasta los 128 kilómetros – en la versión 94Ah se ha aumentado a unos 205 kilómetros reales.
El sistema híbrido con el que cuenta este vehículo es una suma del motor eléctrico con un pequeño propulsor gasolina de dos cilindros y 34 caballos – pese a ser de combustión, apenas genera ruidos o vibraciones, por lo que no se nota mucho más sobre la marcha. Su principal ventaja es una autonomía mayor, llegando hasta los 300 kilómetros, teniendo después la ayuda del motor de gasolina para alcanzar el punto de recarga más cercano.
A priori no parece que el i3 vaya a lograr un gran manejo de la conducción, teniendo en cuenta su altura lo que le penaliza tener motor eléctrico y batería y el hecho de que para reducir el contacto con el suelo utiliza neumáticos delgados. Pese a todo, BMW ha vuelto a conseguir que un coche de su gama tenga un manejo por encima de la media, con una dirección que responde de maravilla y que se puede ajustar de mil maneras al gusto del conductor.
Es cierto que no está exento de problemas: con sus condiciones físicas de altura y contacto con el suelo es normal que el coche se balancee en las curvas y que pueda tener subviraje si se fuerza demasiado al entrar en las curvas. Pese a todo, consigue aguantar lo que se le ponga por delante, tanto en la versiones eléctricas como en las híbridas enchufables.
Siendo un BMW, alegra saber que incluso en su primer proyecto de coche del futuro se mantienen fieles a la tracción trasera que tantas alegrías ha dado a millones de clientes. Gracias a la posición baja de las baterías el centro de gravedad es bajo. Lo que es necesario es acostumbrarse al funcionamiento y al comportamiento de la frenada regenerativa.