Buena habitabilidad
El interior del Renault Twingo 2018 ofrece un ambiente agradable, gracias a algunas piezas que pueden ir en el color de la carrocería. En general, la ergonomía está muy bien conseguida. Encontramos varios huecos portaobjetos de profundidad considerable para ser un coche urbano.
El salpicadero tiene un diseño sencillo y funcional. En la parte superior tenemos los mandos de la radio digital y el equipo de entretenimiento, que es opcional. Más abajo, encontramos los controles del aire acondicionado o, en su caso, del climatizador. Todo queda a una distancia correcta para el conductor y se maneja con facilidad. La palanca del cambio queda a una altura muy buena y el volante tiene un tamaño apropiado. La pega está en el cuadro de instrumentos, que no ofrece un cuentarrevoluciones, pero el resto de la información aparece de forma clara.
La calidad de los materiales es buena, incluso superior a la media del segmento. Teniendo en cuenta que se trata de un coche urbano, no podemos esperar superficies blandas y acolchadas como en categorías superiores. No obstante, la sensación de calidad es buena y el ensamblaje de las piezas está muy bien conseguido.
La habitabilidad es uno de los puntos fuertes del Renault Twingo. Pese a tener una longitud de solo 3’60, el espacio a bordo está muy logrado. Delante pueden viajar dos adultos con comodidad. En las plazas traseras, el espacio para las piernas es bueno, gracias a que los asientos tienen el respaldo en forma cóncava y permite colocar mejor las piernas. La altura para la cabeza es suficiente. Cuatro adultos pueden viajar bien, pero no así cinco personas.
En cambio, el espacio del maletero está por debajo de la media. Ofrece una capacidad de 180 litros. Esto es debido a que tiene el motor situado justo debajo y resta volumen de carga. Además, una vez abierto el portón trasero, la boca de carga queda elevada. Como parte positiva, los respaldos de la banqueta trasera se pueden inclinar para ganar espacio, hasta 220 litros, pero a costa de perder habitabilidad en las plazas traseras. Con los asientos abatidos, se alcanzan unos muy generosos 980 litros. También se puede abatir el asiento delantero del pasajero para transportar objetos muy largos.