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Sin sorpresas, motores TSI y TDI
A nivel de conducción el Skoda Rapid es el mismo que el Seat Toledo, pues si se eliminan los emblemas y las diferencias de la carrocería son el mismo conjunto creado por la misma plataforma MQB de Volkswagen. Uno de sus mayores inconvenientes reside en que, al ser pensado como un coche para viajar con tranquilidad, vigilando y reduciendo el consumo en la medida de lo posible, apenas tiene potencia: el motor más potente es el 1.4 TSI de 122 caballos.
Según afirma el medio Kilómetro 77, el comportamiento del motor gasolina completa un buen conjunto, siendo capaz de funcionar de manera suave y silenciosa con una sensación muy agradable – eso sí, nada fuera de lo habitual en todos los coches que montan los motores TSI de gasolina. A nivel de suspensión, frenos, estabilidad o dirección no tiene un comportamiento destacable, ni llega a ser espectacular ni tampoco realiza un mal papel.
Donde sí flaquea es en el comportamiento del motor diesel TDI (tiene sólo el 1.6 tanto con 90 como con 105 caballos), siendo muy ruidoso y poco agradable, sobre todo en terreno urbano.
La motorización del Rapid no pretende innovar, siendo los motores gasolina TSI y diesel TDI del Grupo Volkswagen de menor potencia dentro de todos los que tiene en el mercado. En este caso no hay opción de gas natural, como sí tiene por ejemplo el Octavia. Son en definitiva motores que buscan funcionar de manera sencilla, asequible y que no consuman mucho combustible.
El motor 1.0 TSI de tres cilindros es el motor inicial del Rapid y cuenta ahora con dos niveles de potencia, 95 y 110 caballos – sustituye al 1.2 TSI que estaba en la alineación de 2013 y tenía la misma potencia. El 1.4 TSI de 125 caballos es el tope de gama y lo cierto es que es el propulsor con el que mejor funciona, además de poder suplir con un poco más de potencia el conjunto. Eso sí, por suerte el Rapid no es muy pesado: 1.100 kilogramos con un motor de gasolina, según Car Magazine.
Con la llegada del modelo de 2017 también se ha variado la oferta de motores diesel: al 1.6 TDI de 116 caballos se ha unido el 1.4 TDI de 90 caballos, a modo de modelo más asequible. No obstante, la experiencia con estos motores es más incómoda, además de ser propulsores más pesados que afectan al manejo en términos de inercia en el tren delantero.