Un todoterreno para el pueblo
El Mitsubishi ASX es en estos momentos uno de los coches de la marca de los tres diamantes que más a menudo puede verse en nuestras carreteras a diario, teniendo una gran aceptación entre el público. Se trata de un todoterreno compacto, con unas pequeñas dimensiones que lo hacen muy manejable para moverse por ciudades e incluso calles estrechas. El ASX está en un segmento muy concurrido, peleando contra el Toyota C-HR, el Seat Ateca, el Skoda Karoq o el Audi Q3.
El ASX se caracteriza por sus líneas simples y continuistas, aunque no deja de ser un modelo contemporáneo con faros que tienden a ser afilados como ocurre con muchos otros coches en la actualidad. Los triángulos y los vértices aparecen en muchos puntos del exterior del coche – no en vano es la marca de los tres diamantes – desde el frontal hasta la parte trasera. La silueta general es la de un todoterreno de pequeñas dimensiones, similar a la de otros de su clase.
Los faros traseros son delgados y horizontales, similares a los de otros modelos de Mitsubishi como el mítico Lancer (el ASX comenzó su vida en los concesionarios cuando el sedán aún estaba en activo). De cara a su versión de 2017 ha crecido en unos seis centímetros con respecto a la versión anterior, incorporando modificaciones que han actualizado este todoterreno frente a una competencia que no para de crecer cada día.
Puede parecer que no hay muchos cambios en el modelo de 2017 y a nivel externo no son muy grandes, lo que hace que apenas pierdan valor los ASX que puedan encontrarse de segunda mano. Otra baza con la que cuenta este todoterreno es que es uno de los más baratos que se pueden encontrar en el mercado, uno de los motivos de su éxito en los últimos años.