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El primer diesel en la historia de Maserati
Este coche se ha pensado para conducirlo sobre todo en carreteras suaves para que cualquier tipo de viajes sean lo más suave posible, de manera que el manejo en general es bastante natural y reacciona de manera constante en cada situación. La dirección no es la que tiene más feeling de todo el mercado, pero es bastante precisa y no debería dar ningún susto desagradable. Tiene su punto deportivo pero en general tiende a ser un coche cómodo, lo que se puede esperar de un Maserati.
La suspensión que viene de serie es capaz de controlar con fluidez los movimientos de la carrocería de modo que no es una mala opción, pero en general no es el coche que se comporta de la manera más refinada posible – esto se nota sobre todo en carreteras que tienen más baches o resaltos de lo habitual. Tampoco tiene un gran nivel de tracción o agarre con el suelo pese a contar con un diferencial de deslizamiento limitado que viene de serie.
En general es un coche que tiene un nivel de refinamiento y comodidad, aunque algo menos de lo que cabría de esperar de un vehículo de Maserati. También hay que tener en cuenta que se trata de un coche que alcanza las dos toneladas de peso, pero otras marcas son capaces de enmascarar mejor ese obstáculo.
El Ghibli ha roto moldes en Maserati ya que se trata del primer modelo en toda su historia en montar un motor diesel en su repertorio. Tiene tanto un propulsor a gasoil como un motor gasolina, algo más tradicional en la marca italiana de lujo. En los dos casos son motores con una potencia considerable (de hecho tiene varios niveles de potencia) y en los dos casos son propulsores turboalimentados de tres litros.
El primer motor (y el principal de algún modo) del Ghibli es un 3.0 V6 Biturbo con dos niveles de potencia: 350 caballos en el nivel más bajo y 450 caballos en el más alto, siendo el motor más potente para este coche, correspondiente a la versión S y S Q4 (esta última lleva tracción a las cuatro ruedas). Con esta especificación, el Maserati Ghibli es capaz de pasar a 0 a 100 en 4,8 segundos y de alcanzar una velocidad punta de 284 kilómetros por hora.
En el caso del diesel, también es un V6 3.0 turbo pero con menos potencia: 250 caballos en el nivel de acceso y 275 caballos como opción más potente. Al igual que los gasolina, este motor lleva un cambio automático de 8 velocidades – su 0 a 100 es de 6,3 segundos y alcanza los 250 kilómetros por hora.