Una buena mezcla de lujo y corte a la moda
En cierto sentido Maserati representa el estilo de vida italiano ideal y eso implica ir a la última moda, lo que se nota en la calidad y el uso de los materiales del habitáculo del Ghibli – si bien hay otras marcas que ofrecen incluso más calidad. El salpicadero presenta un diseño curioso con muchas curvas mientras que en el cuadro de mandos se separa el velocímetro y el cuentarrevoluciones, presentando una imagen muy distinta a la que pueda mostrar un Ferrari pese a que sean del mismo grupo.
Lo que más se destaca de la consola central es una gran pantalla táctil de 8,4 pulgadas y control rotativo – en el cuadro de mandos también lleva una pantalla digital TFT de 7 pulgadas – aunque también hay que mencionar el compartimento para móviles que se encuentra en el túnel central, más ancho que en la mayoría de coches. También se encuentra en una posición más alta de lo normal de manera que no hay que bajar tanto el brazo para utilizar la palanca de cambios.
En términos de espacio cuenta con las dimensiones medias de un sedán de su segmento, por lo que tiene un espacio bastante razonable para cuatro o cinco pasajeros, si bien le falta algo de espacio para las piernas para aquellos que viajan en el tren trasero (no es un problema para las plazas delanteras). El espacio para las cabezas si es correcto ya que el techo empieza a curvarse hacia la parte trasera cuando ya ha pasado la parte de los asientos.
El Ghibli cuenta con un maletero de 500 litros cúbicos, con el que supera a algunos rivales como el Infiniti Q70 (450 litros), el Hyundai Genesis (493 litros), el Porsche Panamera (495 litros) o incluso el Bentley Flying Spur (475 litros). Ahora bien, sigue habiendo berlinas de lujo con más maletero como el Mercedes-Benz CLS Coupé (520 litros) o el Volkswagen Arteon (563 litros).