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Gama amplia y potente
Los Range Rover se han caracterizado siempre por ofrecer una conducción más bien confortable, con unas suspensiones tirando a blandas para absorber los baches y, sobre todo, para circular mejor fuera del asfalto. El Velar es diferente en este sentido. No es que no sea cómodo, que lo es, sino que deja sentir más las irregularidades del terreno porque tiene unos amortiguadores un poco más rígidos que un Range Rover Sport, por ejemplo. Este aspecto, junto con su peso de 1.800 kilos, bastante más ligero que sus hermanos mayores, hace que sea más ágil a la hora de afrontar las curvas y la carrocería apenas balancee.
Esto no significa que el Velar sea mejor ni peor, simplemente es diferente y, a buen seguro, lo agradecerán los amantes de los SUV que sólo los utilizan para circular por asfalto, que es lo que hace la inmensa mayoría. A la hora de salir al campo, el Velar dispone de todos los dispositivos de ayudas a la conducción vistos en otros modelos de la marca, como el Terrain Response 2, que adapta la transmisión, la respuesta del motor y la tracción a las condiciones del terreno, y el All Terrain Progress Control, que mantiene una velocidad constante, hasta 30 km/h, a la hora de superar obstáculos y el conductor sólo tiene que guiar el vehículo.
A pesar de ello, y aunque tiene una altura al suelo de 21’5 centímetros, el Velar está más limitado que un Range Rover normal o Sport en terrenos exigentes. Por ejemplo, éstos tienen una capacidad de vadeo de 90 centímetros, mientras que el Velar se conforma con 60 centímetros y 65 si equipa la suspensión neumática, que puede aumentar la altura.
Un último apunte sobre las suspensiones. Del nuevo SUV británico dispone de un sistema con varios modos de conducción, Normal, Eco, Confort y Sport e, incluso, en el modo Confort, los amortiguadores tienen un tarado más duro que un Range Rover Sport, lo cual habla del carácter de este coche que, sin ser deportivo, sí ofrece un comportamiento más dinámico y ágil que otros modelos de la gama.
El Range Rover Velar cuenta con una gama de motores amplia, con mecánicas de gasolina y diésel, cuyas potencias oscilan entre los 180 y 380 caballos. Todos van asociados a un cambio automático ZF de ocho relaciones, cuyo funcionamiento es extraordinario, y la tracción es siempre a las cuatro ruedas.
La oferta de gasolina se compone del 2.0 P250 con 250 caballos, que acelera de 0 a 100 km/h en 6’7 segundo y declara un consumo medio de 7’6 litros.
Le sigue el 2.0 P300 con 300 caballos, que alcanza los 100 km/h en 6 segundos y homologa un consumo mixto de 7’8 segundos.
Por último, el 3.0 P380 con 6 cilindros, un compresor volumétrico y 380 caballos, que hace el 0 a 100 km/h en 5’7 segundo y declara un consumo medio de 9’4 litros.
La oferta de gasóleo se compone de un bloque 2.0 D180 con 180 caballos, capaz de alcanzar los 100 km/h en 8’9 segundos y consume 5’4 litros de media.
Sigue con el 2.0 D240 con 240 caballos que tarda 7’3 segundos en hacer el 0 a 100 km/h y homologa un consumo medio de 5’8 litros.
Por último, el 3.0 D300 con 6 cilindros, 300 caballos y un impresionante par máximo de 700 Nm, que permite alcanzar los 100 km/h desde parado en 6’5 segundos y obtiene un consumo en ciclo combinado de 6’5 litros.