Casi toda la oferta con motores turbo
Puesto que utiliza la misma plataforma del Peugeot 2008 – y la misma que va a tener también el Citroën C3 Picasso una vez esté en el mercado – se puede esperar un comportamiento similar del Crossland X, lo que no deja lugar a dudas de que va a ser un coche cómodo. El coche de Opel es más un crossover práctico y funcional que un SUV todoterreno, por lo que desde el primer momento es un tracción delantera en lugar de un tracción a las cuatro ruedas como puede ser el Mokka X.
Por desgracia, la búsqueda de la comodidad y del confort para los pasajeros ha resultado en dos problemas: el primero es que la dirección del Crossloand X transmite muy poco feeling al conductor. El segundo, y quizás el más grave, es que la suspensión es demasiado blanda y, aunque es capaz de absorber desniveles y baches con efectividad, también hace que la carrocería del Crossland X se mueva demasiado.
Esto se debe también a la altura del propio vehículo y una suspensión que, en pocas palabras, no reacciona con rapidez. Al Mokka X le ocurre algo similar, pero Opel tiene modelos donde esto no ocurre ni por asomo como el Astra compacto o el elegante Opel Insignia.
Salvo el motor más básico que ofrece, todas las opciones del Crossland X son propulsores turbo, obedeciendo a la tendencia del downsizing de la que de hecho Opel ha sido uno de los defensores más importantes. En total hay dos motores de gasolina (con varios niveles de potencia) y dos propulsor turbodiésel en la gama Opel Crossland X, siendo todos ellos o bien 1.2 en el caso de los motores de gasolina o 1.6 en el de los turbodiésel. Todos van con cambio manual salvo uno que puede montar cambio automático.
El motor más básico es el 1.2 MPF1 atmosférico de 81 caballos, el único de este tipo en la gama del Crossland X – pese a ser el motor de menor potencia, es el que más consume con una cifra media de 5,2 litros a los cien. Más tarde aparecen varias versiones del 1.2 Turbo, todas con sistema Start & Stop: una de 110 caballos con sistema ecoTEC, otra con cambio automático y una variante tope de gama con 130 caballos y cambio manual de seis velocidades.
Pese a que se trata de un coche funcional pensado tanto para ciudad como para carretera, Opel ha decidido concentrar la oferta de diesel en dos motores. El primero es un 1.6 turbo de 99 caballos con cinco marchas y la cifra de consumo medio del Crossland X más baja de todos con 3,9 litros a los cien. El segundo es otra variante 1.6 con sistema Start & Stop con 120 caballos y cambio manual de seis velocidades.