Lujo y tecnología vanguardista
El interior del Range Rover Velar está gobernado por tres pantallas digitales. La primera está ubicada en el tablero de instrumentos y tiene 12’3 pulgadas. En ella, se proyecta toda la información del vehículo, además de los relojes del cuentavueltas y el velocímetro, y puede proyectar también el navegador. De serie, el cuadro de instrumentos es analógico con una pantalla de 5 pulgadas en el centro.
Las otras dos pantallas las encontramos en el centro del salpicadero, en una moderna consola central. Una está integrada en el salpicadero y se inclina hacia nosotros para facilitar el alcance. Sirve para controlar el navegador, el equipo de sonido y el teléfono. La otra está ubicada más abajo y permite gestionar la climatización, los modos de conducción y otras funciones del vehículo.
En todo el habitáculo, la sensación de calidad es exquisita. Todo está perfectamente rematado con materiales nobles de gran calidad, como piel, molduras en aluminio y plásticos blandos. Los asientos son muy cómodos y cuentan con regulación totalmente eléctrica. El puesto de conducción es elevado, como es habitual en un SUV, pero transmite cierto aire de deportividad.
El espacio para los pasajeros es bueno, pero las plazas posteriores no son tan generosas como cabría esperar en un gran SUV de las dimensiones del Velar. Dos ocupantes pueden viajar cómodamente, mientras que la plaza central es muy poco aprovechable, al ser muy estrecha y más alta y por la presencia del túnel central. Las plazas posteriores están equipadas con una de consola central con tomas de ventilación del climatizador, USB y toma de 12 voltios.
El espacio del maletero es enorme. Dispone de 673 litros, por lo que se sitúa entre los mejores de su categoría. Sólo el Mercedes GLE lo supera, con 690 litros. El portón se abre de manera eléctrica y deja una boca de carga muy grande.