Poca cilindrada suplida con una sensacional eficiencia
El comportamiento del Hyundai i30 2017 en carretera le coloca en la mitad-alta de su segmento. Partiendo del motor con menos potencia, la conducción ya se siente agradable y con una respuesta de la suspensión muy buena, algo que también viene dado por lo ligero que es el nuevo i30. Por ciudad es un coche que gustará a muchos por lo bien que se desenvuelve en los virajes y en conducción urbana, aunque si vas a salir de las grandes urbes, enseguida habrá que decantarse por los propulsores con mayor potencia.
Uno de los puntos débiles que tenía el anterior i30 era la dirección, demasiado sutil y artificial. Se nota el trabajo de Hyundai en este área, aunque todavía echamos en falta algo más de tacto. Por otro lado, se puede decir que la respuesta del i30 a cualquier régimen de marcha es muy buena y uno de sus fuertes se encuentra en la insonorización de todo el conjunto, incluso cuando circulamos a una velocidad elevada.
De esta forma, con el Hyundai i30 encontrarás un coche que se adapta sin problemas a prácticamente cualquier tipo de conductor y que colmará la expectativas de casi todos. Un candidato serio a convertirse en un coche devorador de kilómetros y con un público objetivo bastante numeroso.
Los motores del nuevo Hyundai i30 se caracterizan por no presumir de un cubicaje grande, pero sí hacen gala de ser propulsores muy elásticos con una respuesta más que aceptable desde abajo y una entrega bastante óptima a velocidades más elevadas. El comportamiento del motor del i30 es una representación muy clara de la nueva filosofía que quiera instaurar Hyundai en el mercado europeo.
En lo que respecta al diésel, el nuevo Hyundai i30 tan sólo dispone de un único motor, el 1.6 CRDi aunque con un abanico variado de potencias. Con el acabado más básico accedemos al propulsor de 95 y 110 CV, este último también disponible con la opción Tecno. Por último los acabados más potentes de la gama te darán acceso al motor de 136 CV, equipado también con la caja de cambios automática DCT de siete velocidades. Las cifras de consumo oscilan entre los 3,6 y los 4,1 litros a los 100.