El Hyundai i30 ha dado un paso adelante en prácticamente todas las áreas importantes que han de trabajarse en un coche de su categoría. Podemos decir que ha pasado de ser un coche de la parte media de la tabla a posicionarse cerca de los verdaderos referentes dentro de los compactos. Su diseño es más depurado y aplicado al gusto europeo, su comportamiento en marcha ha mejorado de forma sustancial tanto en conducción urbana como en el extrarradio. Un verdadero cambio a mejor en relación a la versión anterior y que ya era un coche aceptable.
Su gama de motorizaciones y acabados nos da a entender que busca conquistar a un público tremendamente amplio. Desde aquellos que quieren un coche robusto para moverse adecuadamente en ciudad, como los que quieren una opción económica para elevar los kilómetros a marchas forzadas. Al ser un coche tan equilibrado, resultará cómodo para cualquier conductor independientemente de su experiencia.