IVA incluido Servicio en concesionarios oficiales Impuesto de circulación incluido Garantía incluida a nivel nacional Incluye matriculación
Mucha variedad tanto diésel como gasolina
Un aspecto que habla muy bien del Grand C-Max es que su comportamiento en relación al C-Max es muy similar cuando te pones al volante. Salvando la evidente diferencia de peso, sorprende su buena respuesta en autopista, incluso con los motores de menos potencia. Ford ha trabajado duro en mejorar tanto la suspensión como la dirección de este monovolumen y lo cierto es que el paso adelante se nota, aunque no de la manera que podrías esperar.
Como sucede con la mayoría de propulsores diésel de Ford en sus coches más grandes, donde más sufre el C-Max es a bajo régimen, tal y como opinan en Motorpasión. No sale con la alegría que cabría esperar y ha que subirle bastante de vueltas para llegar a la zona de confort. Esto en carretera no se toca prácticamente nada, pero si eres de los que te mueves con relativa frecuencia por ciudad deberás tener en cuenta este aspecto. Por lo demás es un coche fantástico para realizar largos viajes de manera relajada y en familia que te aportará todo lo que puedes esperar de un coche de sus características.
Si por algo se caracteriza la oferta de motores del Ford Grand C-Max es por el amplio abanico que ofrece en todas sus mecánicas y el comportamiento equilibrado de sus propulsores. Todos vienen equipados con sistema Start&Stop cuyo funcionamiento, en palabras de kilómetro 77, es satisfactorio tanto por rapidez como suavidad, especialmente en las especificaciones de gasolina.
La familia de motores gasolina del Grand C-Max se compone de tres propulsores. Dos de ellos pertenecen al EcoBoost de 1.0 litros y con potencias de 100 y 125 CV respectivamente. Los consumos para ambos son de 6,7 litros cada 100 kilómetros, una cifra aceptable teniendo en cuenta que se trata de una mecánica de gasolina. El tercer motor también es EcoBoost pero de 1.5 litros y 150 CV de potencia, un poco más que la versión anterior. Sus consumos son muy parecidos a los anteriores y solamente va asociado al acabado Titanium.
Por su parte, la gama diésel también dispone de tres motores para el Grand C-Max. En primer lugar está el 1.5, que genera potencias de 95 y 120 CV. El de 95 se queda algo corto de empuje cuando se lleva el coche cargado hasta los topes. El tercero en discordia es un 2.0 que varía su geometría para conseguir 150 CV. Los consumos de carburante oscilan entre los 4 y los 5 litros a los 100. Tanto el de 120 como el de 150 CV se pueden equipar con una caja de cambios automática.