Una oferta mecánica muy amplia
El Ford Mondeo ofrece una experiencia de conducción muy gratificante que muy pocos modelos actualmente logran alcanzar. Ello es debido, principalmente, a dos motivos: las suspensiones y la insonorización del interior. En cuanto al primer caso, la berlina norteamericana estrena un esquema de suspensión trasera de tipo multibrazo que mejora enormemente el comportamiento dinámico del coche. Es capaz de absorber cualquier irregularidad que se presente en el asfalto y proporciona una estabilidad extraordinaria. En segundo lugar, el gran aislamiento acústico del interior hace que devorar kilómetros se convierta en algo muy placentero.
Por otro lado, en relación a los motores, el 2.0 TDCI de 150 caballos empuja con soltura al Mondeo, aunque es el de 180 caballos el que permite extraer todas las capacidades dinámicas del coche cuando se mueve en la zona media del cuentavueltas, a la vez que podemos circular relajadamente y en marchas largas para ahorrar combustible, gracias a sus 400 Nm de par. Otra característica del Mondeo en lo que respecta a la conducción es la agilidad que manifiesta en carreteras sinuosas. A pesar de sus casi 5 metros de largo, la berlina estadounidense permite coger las curvas con cierto dinamismo, aunque se muestra subvirador pero, una vez dentro de la curva, es fácil corregir la trayectoria, si fuera necesario. Por otro lado, el aislamiento acústico está muy logrado, lo cual favorece al confort a bordo del Mondeo.
Para remarcar el apartado dedicado a las suspensiones, Ford ofrece un sistema con tres modos de conducción, Eco, Normal y Sport, que regulan la dureza de los amortiguadores, así como de la dirección.
Ford dispone de una oferta de motores muy amplia con la que satisfacer las necesidades de todo tipo de usuarios. En total, hay siete, tres de gasolina y cuatro diésel, con potencias que se mueven entre los 120 y los 210 caballos. Además, es posible equipar el Mondeo con una mecánica híbrida de 186 caballos, siendo la única berlina de su categoría con un motor eléctrico.
La gama arranca con el modesto 1.0 EcoBoost de 3 cilindros y 125 caballos, que homologa un consumo medio muy bajo de 5’1 litros. En segundo lugar, el 1.5 EcoBoost, de 4 cilindros y 160 caballos que ofrece mejores prestaciones. Acelera de 0 a 100 km/h en 9’2 segundos y homologa un consumo mixto de 5’8 litros. Por último, un potente 2.0 EcoBoost de 241 caballos. En este caso el consumo medio es de 7’3 litros y se conforma con 7’9 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado.
En primer lugar dispone del 1.5 TDCI de 120 caballos que no es brillante en prestaciones pero sí en cuanto a consumos, consiguiendo 4 litros de media. En el segundo nivel, está el 2.0 TDCI de 150 caballos y 350 Nm de par, capaz de hacer el o-100 km/h en 9’9 segundos y declarar un consumo medio de 4’2 litros. A continuación, el mismo 2.0 TDCI pero con 180 caballos, al que le bastan 8’3 segundo para llegar a los 100 km/h y obtiene un consumo en ciclo combinado de 4’4 litros. Cierra la oferta de motores diésel el 2.0 TDCI de 210 caballos.
El Ford Mondeo es el único vehículo de su categoría disponible con una mecánica híbrida 2.0 HEV, compuesta por un motor de gasolina de 2 litros, de ciclo Atkinson que rinde 140 caballos y otro eléctrico de 120 caballos que, en su conjunto, generan 186 caballos de potencia. Con este motor, el Mondeo puede circular totalmente eléctrico hasta los 135 km/h.
Según versiones, el Mondeo puede asociares con una caja de cambios manual de seis relaciones o una automática de doble embrague Powershift, también con seis velocidades. La tracción es al eje anterior o a las cuatro ruedas, según la motorización y el nivel de equipamiento.