Pequeño, clásico y destacado
La estética del nuevo Fiat 500 deriva, como es lógico suponer, del mítico 500 que surgió en el año 1957 como sustituto del 500 Topolino, extendiéndose su producción hasta 1975 tras una serie de mejoras y versiones especiales (como las versiones Berlina, Lusso, Sport o el Rinnovata, que llevó el motor del Fiat 126) con el paso de los años. El Fiat 500 tal y como lo conocemos actualmente apareció en el mercado en 2007, medio siglo después que el Nuova 500 en el que se inspira, siendo renovado en 2016 para ser más competitivo y atractivo.
Como es natural, la silueta general del vehículo y en particular los faros delanteros saltones recuerdan tanto al 500 como a otro clásico de nuestras carreteras: el Seat 600 (de la época en la que Seat producía modelos de Fiat licenciados con algunas modificaciones en su construcción). Las líneas cromadas hacen referencia a los parachoques que tenían los antiguos modelos de Fiat, mientras que los faros traseros se han mantenido en una forma simple vertical, también similar al modelo de los años 50.
El 500 que está en estos momentos en los concesionarios cuenta tanto con versiones de techo duro como con versiones descapotables, de manera similar a su exitoso antecesor. Fiat, a través de Abarth, también ha puesto a la venta versiones mucho más deportivas, siendo el Abarth 595 la definición más literal de ‘cohete de bolsillo’ – en función de la versión tendrá mayores o menores prestaciones.