Vuelve para plantar cara
Esta nueva generación llega apenas dos años de que Kia le hiciera un restyling al Rio anterior y llega con un cambio principal: mientras que el anterior tenía carrocería de tres o de cinco puertas, el nuevo se queda sólo con carrocería de cinco puertas, la más práctica de las dos. De este modo toma un camino muy similar al Ibiza, que en su quinta generación ha desechado la versión de tres puertas y la familiar (ya que ese hueco en el mercado lo ocupará el Arona en el futuro).
Por delante destaca el hecho de que la parrilla ‘tiger nose’ de los Kia actuales está presente, pero más que una parrilla es un diseño negro brillante con los bordes cromados, mientras que la verdadera entrada de aire está debajo, donde se sitúa la matrícula delantera. Por detrás tiene un diseño que no difiere mucho de la generación anterior, pero se nota una hendidura que llega de faro a faro para optimizar el flujo de aire en el tren trasero.
Aunque Kia está asomándose poco a poco al mundo de la competición, el Rio sólo ha aparecido en algunas disciplinas de rallies, campeonatos americanos de circuitos (como el SCCA) o en el Mundial de Rallycross, pilotado de manera privada por el ex piloto del WRC Gigi Galli. La marca surcoreana se ha centrado durante todos estos años al mercado de coches de calle, siendo ahora cuando ha mirado hacia la competición, en concreto la categoría de turismos TCR.